De Pájaros de fuego

Foto: Juan Sáez.

Vuelvo al lugar

donde dejaste anidada una sonrisa,

calcinado un corazón de algas,

prendida a la silla una saeta de luz.

Y bajo la catedral

un pináculo se alza puerilmente

intentando alcanzar nubes y cielo,

y pienso: ese soy yo.

Bajo la Almudaina

unos merletes se alzan inocentes

intentando defender a los hombres de los hombres,

y digo: ese soy yo.

Bajo el cielo encapotado

un hombre encorvado, indiferente,

sigue su camino deslavazado.

Y lloro y grito y te espero: ese también soy yo.

 
Emili Sánchez Rubio
(poema inclòs a Pàjaros de Fuego)

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