¿El fin del turismo de masas?

¿El fin del turismo de masas?

Por Jaume Garau

 

La palabra apocalipsis proviene del griego y quiere decir «desvelar», seguramente desvelar una verdad que había permanecido oculta. En el evangelio de San Juan la palabra apocalipsis se asocia al fin del mundo que se producirá con toda seguridad, aunque no se s​a​be cuándo. Por eso la palabra apocalipsis ha tomado finalmente el sentido de una destrucción catastrófica.

Todo eso viene a cuento de la situación global en la que se encuentra el planeta debido al cambio climático producido por la acción humana. Cambio que hace elevar la temperatura de la Tierra y que si no lo remediamos puede llegar a unos grados más de la temperatura actual, lo que haría insoportable la vida humana en el planeta. El proceso de llegar hasta ese punto, situado simbólicamente en el año 2100, sería un proceso apocalíptico: tormentas, ciclones, desertización, etc., causarían una revolución total de la vida tal como la conocemos. Con todo, la crisis energética no es la única que amenaza el bienestar de la vida humana, sino que se superpone a otras crisis: financiera, demográfica, etc.

En el documento elaborado por el gobierno​ español España 2050,​ sobre el futuro que nos espera​, ​podemos leer: «La España de 2050 será más cálida, árida e imprevisible que la de hoy. Si no adoptamos medidas contundentes con celeridad, las sequías afectarán a un 70% más de nuestro territorio, los incendios y las inundaciones serán más frecuentes y destructivos, el nivel y la temperatura del mar aumentarán, sectores clave como la agricultura o el turismo sufrirán daños severos, 27 millones de personas vivirán en zonas con escasez de agua, y 20.000 morirán cada año por el aumento de las temperaturas» (pág. 17). Como ven, un tono parecido al del Evangelio de San Juan.

Es sabido que una de las principales causas que ha impulsado este cambio climático ha sido el uso masivo de combustibles fósiles, por eso se quiere prescindir de ellos y usar otras fórmulas de energía. Al hilo de estos debates, me ha llamado la atención las declaraciones a IB3 de Antonio Turiel, científico del CSIC experto en transición energética, diciendo que «Baleares a la larga, no podrá vivir del turismo». Por otra parte y casi simultáneamente, Carles Manera, economista, ex-consejero de economía del Govern y ahora consejero del Banco de España, también ha dicho que «soñar que el turismo de masas desaparecerá en las islas, es una utopía». ¿Con cuál nos quedamos? Seguramente ni con uno ni con otro, pero algo habría que hacer para observar si las cosas van a ir desarrollándose hacia el horizonte del que habla Turiel o por el contrario van a permanecer en el escenario que afirma Manera.

La idea del Sr. Turiel es que el petróleo será cada vez más caro y los aviones no podrán volar con la frecuencia que lo hacen ahora porque los precios serán muy altos,​ tan altos que pocos se los podrán permitir. Con esa idea tan simple, augura que a la larga el turismo de masas desaparecerá en sitios donde solo se puede llegar masivamente en avión. En el contexto de estas ideas de Turiel, la palabra apocalipsis ​toma ​el sentido originario,​ se ​habría desvelado una verdad oculta​, ​por absurda y ajena que parezca: la muerte cierta del turismo de masas para ​destinos que, como el de ​Baleares, la mayoría de turistas necesitan desplazarse en avión​.

Estos días​ vemos todo un conjunto de hechos económicos​, políticos y energéticos que preocupan mucho a los ciudadanos de a​ ​pie. El incremento de los precios de la energía eléctrica, motivada según parece por una guerra geopolítica de control y distribución del gas en Europa, es bastante alarmante. Si le añadimos la subida de precios causada por los efectos de los fallos en la cadena de suministros, la situación está como ​para preocuparse. Incluso las viviendas VPO, tan necesarias, se retrasan por la carestía de los materiales

Que el turismo de masas vaya a desaparecer en Baleares es increíble y sorprendente, pero no por ello se debe dejar de observar y pensar las posibles consecuencias de un proceso de declive debido al cambio climático y sus impactos en la industria energética mundial. Para ello el Goven Balear necesita tener una estrategia a largo plazo, más allá de las inversiones con los fondos europeos. Necesita tener una agrupación de personas y entidades, tanto locales como europeas, que tengan los ojos abiertos y los oídos pegados al trepidante proceso de transición económica, ecológica y social.

En el documento del Gobierno citado más arriba, después de criticar el «cortoplacismo», leemos: «Por fortuna, cada vez más países están abriendo los ojos a este problema. En los últimos años, varios gobiernos y organismos internacionales han puesto en marcha iniciativas destinadas a aumentar el horizonte temporal de su acción política y a desarrollar sus capacidades de gobernanza anticipatoria” mediante la creación de unidades de prospectiva y la puesta en marcha de planes multisectoriales y estrategias de largo plazo». Porque, según dicen,  «gobernar es planificar». Esperemos (y exijamos, como hacemos desde el Fòrum de la Societat Civil), que nuestros gobernantes hagan su trabajo.

 

Article publicat al diari Última Hora el 20/11/2021

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