La ciudad turística: de 1975 a la actualidad
Servicios Sociales a tu lado

Servicios Sociales a tu lado

Servicios Sociales a tu lado

Como decíamos en un capítulo de la segunda parte de esta Biografía de Ciudad, la esperanza de vida de Palma había experimentado una importante mejora en los últimos cincuenta años del siglo XIX, como el resto de las Baleares. Tanto es así, que el 1900 era de los 42,55 años, el que la situaba como la segunda capital de provincia más alta de España, mientras que el 1930 lograba los 53,17 años. La esperanza de vida fue mejorando a lo largo del siglo XX, situándose en los 69,1 años en el 1960; en el 70 era de 72,03; y en los años 80, de 75,4 años. Cómo sabemos, Palma es hoy unos de los lugares del mundo con la esperanza de vida más larga.

La filosofía higienista de principios del siglo XX, tan importante, causando del derribo de las muradas, seguía siendo una política municipal fundamental en la década de los ochenta. La red de agua potable, la principal medida higiénica de una ciudad, llegaba a casi todos los rincones de Palma. Para hacerse una idea de la mejora de la gestión, basta ver como el 1980 el agua que se perdía por fugas en la red era del 44,79%, mientras que el 1990 había bajado al 24,84%, según datos de Secretaría del Ayuntamiento.

Siguiendo políticas higienistas, se llevaron adelante modernas políticas de gestión de residuos, de servicios funerarios, de protección contra las epidemias, de sanidad animal, de control sanitario de los mercados, etc. La principal fue la creación de una red de atención primaria de más de 10 centros de salud en las barriadas de Palma, red que Emili Darder no hubiera soñado nunca.

 

Inauguración del centro de salud de Camp Redó por Ernest Lluch y Ramon Aguiló.

La memoria de Secretaría del Ayuntamiento de Palma de 1980, en su capítulo VII, titulaba la parte de Servicios Sociales como: Beneficiencia —Protección de menores—Embarque de indigentes.—Asistencia social.

Aquel año de 1980 el Ayuntamiento se gastaba más de 600.000 pesetas para pagar pasajes y ayudas económicas a los que no tenían recursos, ni trabajo, ni familia y que querían volver a la Península. Por otro lado, tenía 599 titulares de la cartilla de beneficencia, con la que los “pobres” de Ciutat tenían derecho a una cantidad mensual de supervivencia y a la sanidad municipal. Finalmente, el Ayuntamiento era responsable de la gestión del poblado de Son Banya con 124 chabolas, puesto que formaba parte del Patronato que se había creado provisionalmente a finales de los años 60. En este caso encontramos a la nuera del viejo March, Carmen Delgado, como una emprendedora social que, junto con el Obispado, fue la que impulsó la creación del poblado. Se hizo con buena intención, puesto que solo tenía que durar dos años, hasta que encontraran casa para todas las familias.

Al cabo de una década, en 1990, ya se había creado una estructura de servicios sociales moderna como en cualquier otra ciudad líder de España. Era complementaria a la red sanitaria, un conjunto de servicios sociales en las barriadas formados por trabajadores sociales multiprofesionales que hacían un trabajo preventivo y otro asistencial. Además, había todo un conjunto de servicios especializados para atender los problemas que en aquellos años eran los que más preocupaban a la ciudadanía: el servicio de atención a las drogodependencias dirigido de manera incansable por Maria Coll; el servicio de apoyo para la integración de las personas con discapacidad; aulas de alfabetización para mujeres; el servicio de promoción social de la mujer; el servicio de promoción gitana; los servicios de atención domiciliaria, Promoción de la Vejez, Prevención de los maltratos a la infancia; atención de urgencias sociales y a los transeúntes; Comedor Social Patronato Obrero y el Centro de Información de los Derechos de la Mujer (CIDEM). Continuaba, por supuesto, el Patronato del Albergue de Son Banya (Son Banya).

 

Portada de la revista «Enginy», editada por el Col·legi Oficial de Psicòlegs de les Illes Balears (COPIB). 1992.

¿Qué había pasado en tan solo diez años? El trabajo se inició sobre todo el 1983 al crearse una Concejalía especifica de Servicios Sociales que ocupó Joana Gual hasta el 1991.

La transición democrática había importado del mundo anglosajón la idea de una sanidad universal y de unos servicios sociales de proximidad o comunitarios. Para complementar estos servicios comunitarios se establecía un segundo nivel especializado que pretendía una atención intensa en los usuarios para después volver a hacer vida normalizada en el barrio o comunidad.  Como siempre había pasado en la historia de la ciudad de Palma, las relaciones con Barcelona eran muy frecuentes y el modelo de servicios sociales de Ciutat se inspiró en el de Barcelona. El gabinete técnico lo dirigía Edita Navarro, con una amplia experiencia en los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona.

Así, Joana Gual, el noviembre de 1985 llevó a aprobación en una sesión del Pleno Municipal -por primera vez en España- el Plan de Servicios Sociales Municipales que significaba una ruptura ya definitiva con la idea de la beneficencia pública. El eslogan de aquellos servicios sociales era “A tu lado”.

Durante la mayor parte del siglo XX, hasta que llegaron con la democracia los servicios sociales modernos, la participación de los servicios prestados por la Iglesia fue muy grande, por la cantidad de órdenes religiosas implicadas y por unos servicios comunitarios ubicados a las parroquias y muy motivados por unas trabajadoras sociales activas y muy responsables y un amplio voluntariado social. Pese al aumento de la acción social municipal, era muy importante por Palma la iniciativa pública del Consejo Insular, con un equipo joven de profesionales nuevos, entre los cuales hay que recordar a Joan Antoni Bustillo y Pere Mascaró, que junto con la iniciativa privada religiosa y laica, daban un apoyo a las familias pobres de Mallorca y mantenían las grandes instituciones residenciales de menores, discapacidades, jóvenes, enfermos mentales y personas mayores.

El alcalde Ramon Aguiló con la Regidora de Servicios Sociales, Joana Gual, y el Director del Área, Jaume Garau.

Al principio, estos servicios privados no se entendieron demasiado bien con la iniciativa pública porque partían de principios filosóficos asistenciales diferentes, pero poco a poco se fueron tolerando y complementando hasta la firma de un innovador convenio de colaboración entre el Obispo Úbeda y el alcalde Aguiló.

Después de aquella década de los 80, los servicios sociales de Palma, como veremos más adelante, siguieron evolucionando y mejorando, siempre desde la matriz inicial que establecieron el Ayuntamiento y el Consell Insular.

[:]

Revisat per

Edita Navarro Tuneu

Psicóloga, formada en la Universitat de Barcelona. Mestre y más tarde directora de la Escuela Gregal del barrio del Besòs en Barcelona. Trabajó en los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona y después dirigió el Departamento técnico del Ayuntamiento de Palma. Más adelante impulsó el Instituto de Trabajo y Servicios Sociales en Baleares y fue la Directora General de toda España.

Fonts consultades:

Referencies bibliográficas:
Aina Pascual, Coordinadora. De la Beneficència a l’Estat del Benestar. Història dels Serveis Socials a Mallorca. (S.XVI a XX). 2011.
Garcias Gina. Ramon Aguiló. Memòria sentimental del canvi. Edit. Lleonard Muntaner. Palma 1996.
Pla de Serveis Socials de Palma, 1985-1987. Ajuntament de Palma.

Referencias en páginas web:
Sobre Joana Gual . Entrevista por Matías Vallés. 4 diciembre 2005

Matías Vallés entrevista a Joana Gual

Sobre Carmen Delgado. http://www.canverga.com/carmen/notascarmen.pdf

Sobre Son Banya
https://web.archive.org/web/20160119022354/http://possessionsdepalma.net/index.php?option

Entrevista al Obispo Ubeda donde se cita el convenio con el Ajuntament de Palma

32995829

Imagen de cabecera: Fotografía de Joan Antoni Bustillo, impulsor de los modernos servicios sociales de Menores en el Consell Insular de Mallorca. Fuente: Llibre «Història del Serveis Socials», d’Aina Pascual.