La ciudad durante el franquismo: de 1936 a 1975
El Golpe de Estado en Palma

El Golpe de Estado en Palma

El Golpe de Estado en Palma

És iEs indudable que la constitución del primer gobierno reformista de la II República (1931-1933) generó fuertes tensiones políticas, sociales y económicas. Estas se acentuaron después de la victoria de la coalición de izquierdas del Frente Popular en las elecciones de febrero del 36. A pesar de la victoria progresista, en Palma y en la mayor parte de los municipios de la Part forana, ganó de una manera acaparadora la candidatura de la Derecha. Una vez constituido, el nuevo gobierno central de izquierdas presidido por Manuel Azaña, se pusieron en marcha de una manera muy decidida un conjunto de medidas políticas, sociales, económicas y culturales que tenían como objetivo afrontar los grandes problemas que arrastraba el Estado español desde los inicios de la época contemporánea. Si bien la intención de estas decisiones era democratizar y modernizar el país, bien pronto surgieron voces opositoras que provocarían el deterioro progresivo del clima político en todo el Estado y la aparición de situaciones de violencia generalizada.

Uno de los posicionamientos opositores más importantes estaba representado por una rama del ejército republicano: los denominados africanistas. Es decir, jefes y oficiales del Ejército de África que operaron en el Protectorado español de Marruecos entre 1909 y 1927, y que como consecuencia de sus acciones de guerra consiguieron ascensos y privilegios inmediatos. Al contrario de los militares denominados Junteros, que sólo ascendían por antigüedad. Bien pronto, los altos mandos africanistas como Sanjurjo Sacanell, Queipo de Llano, Franco Bahamonde, Goded Llopis o Millan Astray, entre otros, se opusieron a las reformas del gobierno del Frente Popular porque restaban su poder político y económico. Por este motivo y con el apoyo de civiles y políticos conservadores, organizaron una trama conspiradora que estalló el mes de julio de 1936 y que generó el inicio de la Guerra Civil española. La insurrección triunfó en Mallorca. En las islas Pitiusas se dio una situación muy peculiar. Entre el 19 de julio y el 7-9 de agosto, Ibiza y Formentera fueron rebeldes; entre esta fecha y el 13 de septiembre, republicanas. Durante la semana comprendida entre el 13 y el 20 de septiembre, serían tierra de nadie. El 20 de septiembre, tropas procedentes de Mallorca, comandadas por Antoni Montis, tomaron posesión de las Islas sin efectuar un disparo; a partir de este día, Ibiza y Formentera pasaron definitivamente al bando sublevado. En Menorca, el levantamiento fracasó.
Uno de estos generales africanistas -quizás el más astuto e inteligente de todos- que encabezó la insurrección era Manuel Goded Llopis. Nació en Puerto Rico en 1882 en el seno de una familia de tradición militar. Goded vivió en primera persona la crisis de la pérdida de las colonias españolas en ultramar. De vuelta a la Península, estudió en la Escuela Superior de Guerra. En 1927 fue ascendido a general de División y ocupó los cargos de director general y subsecretario del Ministerio del Ejército (1930). El mes de febrero de 1935, fue designado comandante militar de Baleares en sustitución del general Franco. El mes de junio del mismo año, dejó Mallorca para ser nombrado director general de Aeronáutica, en el Ministerio de la Guerra. En marzo de 1936, se incorporó nuevamente a la comandancia militar de las Baleares, desde donde dirigió la conspiración, junto con el comandante mallorquín y amigo de Franco, Mateu Torres Bestard.

Los representantes políticos de izquierdas y las organizaciones obreras nunca se fiaron de Goded. Conocían sus planes conspiradores. El 17 de julio de 1936, los militares rebeldes se levantaron contra el gobierno de la República. En Mallorca se respiraba intranquilidad. El 18, la insurrección estaba confirmada. El mismo día, Goded se reunió con el gobernador Civil, Antonio Espina, y una delegación de diferentes dirigentes republicanos. El militar dijo que podía garantizar la seguridad de la isla. Unas palabras que preveían su lealtad hacia el gobierno de la República; pero realmente no fue así. El diputado socialista Alexandre Jaume estaba presente en la reunión. Por la noche se fue más tranquilo a la casa del Puerto de Pollença donde veraneaba. El día siguiente fue detenido.

El 19 de julio, Goded incumplió flagrantemente su palabra y hacia las siete de la mañana reunió sus tropas en la explanada de la Comandancia militar e hizo que el capitán de infantería Ramon Fortuny Truyols leyera el bando en el cual se declaraba el estado de Guerra en las Islas Baleares. El artículo tercero decía:
«Resuelto a mantener inflexiblemente mi autoridad y el orden, será pasado por las armas todo aquel que intente, en cualquier forma de obra o de palabra, hacer la más mínima resistencia al Movimiento Salvador de España.»

Con la proclamación del bando de guerra, Goded asume el «mando absoluto» de las Baleares. Convencido del triunfo del alzamiento y antes de partir hacia Barcelona para ponerse al frente de la insurrección, Goded nombró nuevo comandante militar a Aurelio Díaz de Freijó y al teniente coronel Luís García Ruiz nuevo gobernador civil. A pesar de que la situación era gravísima, la llegada –el día 20 de julio– de las noticias del fracaso del levantamiento en Barcelona provocó una cierta reacción de los sectores populares y una parte de las fuerzas militares y de seguridad; sobre todo, en el Cuerpo de carabineros. Así, en Palma se declaró una huelga general, con una cierta incidencia en algunos sectores de la población y en municipios como Sa Pobla, Manacor o Sóller. Pero, al cabo de pocos días, esta oposición fue eliminada por la intervención de tropas militares con la ayuda incondicional de falangistas y requetés de todo toda la Isla. Por su parte, el general Goded, es detenido, juzgado y condenado por rebelión. Fue fusilado el 12 de agosto en el castillo de Montjuic.

Con el triunfo de la conspiración, los golpistas pusieron en marcha una terrible represión, que ocasionó numerosas detenciones y algunos asesinatos. Las medidas represivas habían sido minuciosamente planificadas meses antes por el general Emilio Mola Vidal. La primera oleada represiva en Mallorca empezó el mismo 19 de julio y se alargó hasta principios de septiembre de 1936, cuando la expedición catalana dirigida por Bayo deja Mallorca sin haber logrado su objetivo: restablecer la legalidad republicana. Según el historiador Bartomeu Garí, perseguía la ejemplaridad. El método represivo más utilizado serían los secuestros que acabaron con decenas de asesinatos. Las víctimas se dejaban unas horas, incluso días, «expuestos al público». La intención era crear un clima de terror. Las zonas principales donde se llevaron a cabo estas acciones fueron Palma y las afueras de la ciudad y Manacor. En Palma, uno de los centros represores más destacado fue la antigua sede obrera de la Casa del Pueblo, que fue asaltada por falangistas y rebautizada con el nombre de Casa de Primo de Rivera, donde se practicaron todo tipo de atrocidades.
La primera etapa de la represión en Mallorca se puede dividir en tres subetapas. La primera se refiere a los primeros quince días de guerra, donde se registran algunos asesinatos y numerosas detenciones. Es destacable la apertura de nuevos centros penitenciarios provisionales como la prisión de Can Mir situada en las Avenidas de Palma, el Castillo de Bellver y el barco Jaume I que estaba anclado al muelle de Palma. La segunda, llegaría hasta el 15 de agosto. En estos días, los asesinatos por secuestro aumentan considerablemente. También aparecen los primeros cadáveres junto a las carreteras de la isla. Uno de los más representativos fue el asesinato de Mateu Martí Miquel más conocido con el nombre de Ateo Martí, por su carácter anticlerical. Su cuerpo fue encontrado en un descampado cerca del Coll de Sa Grava en Génova (Palma). Estaba en un avanzado estado de descomposición. La tercera y última etapa de la primera oleada represiva coincidirá con los días que duró la expedición catalana en Mallorca, entre el 16 de agosto y el 4 de septiembre de 1936. Es en este momento cuando la represión se desata. Se contabilizan centenares de personas asesinadas en los cementerios de el Pla y de Son Coletes en Manacor. La rápida reembarcada de las tropas que dirigía Bayo supuso que decenas de milicianos quedaran en la isla. Días después fueron brutalmente asesinados. El caso más representativo fue la ejecución de 5 sanitarias de la Cruz Roja.

La eliminación planificada afectó a numerosas personas. Entre ellas, encontramos algunos de los líderes más populares y destacados de los últimos meses de gobierno de la II República. Nos referimos a la dirigente comunista Aurora Picornell Femenies; el batle de Palma, Emili Darder y Cànaves; el diputado socialista, Alexandre Jaume Rosselló; o los dirigentes socialistas, los hermanos Miquel y Joan Montserrat Parets, entre otros. Antes de ser asesinados, la mayor parte de estas personas fueron detenidas y encerradas en prisiones de la capital, como la Provincial, el Castillo de Bellver o Can Mir. Como testimonio, reproducimos la nota que le hizo llegar Aurora Picornell a Alexandre Jaume el lunes 20 de julio de 1936. Ambas personas están cerradas en la Prisión Provincial de Palma:
«Estimado camarada:

He recibido los bombones que me envió, que alegre sorpresa. ¿De modo que estamos cobijados bajo el mismo techo? Lo ignoraba, no sabía quién estaba aquí, no obstante, tenía unos deseos locos de saberlo. Lo que me fastidia es no saber nada de nada. Muchas gracias por los bombones y más que por los bombones por haberse comunicado conmigo. Yo me siento tan optimista como siempre. !Salud!

Aurora Picornell.

(Estoy aquí desde el Domingo a las 11 de la mañana). »

A pesar de que la represión se aplicó desde el primer momento, los días después del golpe de estado son realmente muy confusos. El nuevo gobernador civil García Ruiz utiliza las alocuciones en la radio y la prensa para declarar que su antecesor, Goded, había triunfado en Barcelona, y que el alzamiento era una realidad en casi toda España y que en poco tiempo se volvería a la normalidad. Sin duda, quería transmitir un mensaje tranquilizador y que desdibujaba la realidad del conflicto. Es indudable que los medios se transformaron en herramientas capitales desde los primeros momentos de la Guerra. Conscientes de su importancia, el nuevo régimen impuesto por las armas ejerció un control absoluto de los medios de comunicación. En este sentido, podemos decir que siguieron los mismos equipos directivos y no varió su propiedad privada, a pesar de que algunas personas fueron apartadas. El golpe de estado produjo una ruptura con la prensa liberal y la desaparición de la prensa obrera, así como del uso del catalán en los medios.

Otro hecho destacado fue el nombramiento de nuevas autoridades civiles, como alcaldes y regidores. García Ruiz nombró personas afines al nuevo estado (militares, falangistas, etc.) que se encargarían de la gestión municipal. Era una idea –ya utilizada durante la Dictadura del general Miguel Primo de Rivera y todavía tan frecuente en la política de nuestro país– que preconizaba que los políticos profesionales habían llevado el desastre y la desorganización del Estado, de forma que los militares se habían visto forzados a tomar el poder de las instituciones. En el caso de Palma, Mateu Zaforteza Mussoles, un militar africanista, fue nombrado alcalde de Palma durante 3 años, entre 1936 y 1939. El nuevo consistorio palmesano conformado por 10 nuevos regidores llevó a cabo una gestión municipal restrictiva, con la destitución de los cargos de partidos de izquierda que habían entrado los últimos años. Sesenta y dos personas del Ayuntamiento fueron depuradas. Las nóminas de los funcionarios se redujeron de 216.000 pesetas a 168.000 pesetas. Las palabras del regidor de la primera Gestora Municipal de Palma en tiempos de Guerra y mano derecha del nuevo edil, Guillermo Cirerol Tomàs, lo justificaban de este modo:
«Completamente convencidos de la necesaria e inaplazable variación radical del rumbo que traía la nave española, dirigida por manos mercenarias al servicio de ocultos poderes extranjeros y a punto de entrar en la espantosa borrasca del comunismo»

Mientras tanto, en Cataluña, la insurrección se desvaneció y se empieza a organizar una importante operación militar con tal de restablecer la legitimidad republicana en Mallorca e Ibiza, puesto que en Menorca el levantamiento fracasó gracias a la acción resistente de los suboficiales de la base de Maó y la tropa de los regimientos de Infantería y de Artillería, que cambiaron una situación inicialmente favorable a los levantados contra la República. También fue destacable la resistencia por parte de segmentos de población y el compromiso firme de grupos anarquistas.
A partir del 23 de julio, hidroaviones republicanos bombardean Palma y echan octavillas exigiendo a los golpistas su rendición. En Barcelona se empieza a organizar una escuadra de diferentes barcos y unos tres mil milicianos –de los cuales parece que 400 eran mujeres–. Una muestra del grado de odio que inspiró el levantamiento, es el hecho de que un grupo de milicianos se dirigen a la prisión de la Mola donde estaban presos un centenar de oficiales rebeldes, 87 de los cuales fueron asesinados. Parece que los militares fueron tiroteados por pelotones de fusilamiento, pero también ametrallados desde las ventanas y puertas y por distintas dependencias del pabellón. Este hecho, junto con las informaciones que se transmitían desde la radio el día 4 de agosto, donde se explicaba que en Barcelona empezaban los preparativos para un futuro desembarco republicano en Mallorca, encendieron las alarmas rebeldes. Sin duda, las noticias enturbiaron más la represión mallorquina.

El 7 de agosto se rinde Formentera y la expedición catalana se dirige hacia Ibiza. Llegan el día 8, que es día de fiesta, y echan octavillas pidiendo la rendición. Aquí se suman las tropas venidas de Valencia comandadas por Uribarri y que no encuentran resistencia. Rafael Alberti y su mujer estaban escondidos y pudieran salir en libertad. Los golpistas se rinden y Uribarri vuelve a Valencia. La flota continúa hacia Mallorca y el día 16 de agosto empieza el desembarco en Porto Cristo. Como es sabido, la operación fue un desastre. Inicialmente, las tropas republicanas consiguen penetrar hasta 15 kilómetros pero costó unas cuatrocientas bajas. Cuando parecía que la resistencia no duraría mucho, el 27 agosto entra en combate la aviación italiana, primero con tres aviones FIAT muy superiores y con los Savoia. La financiación de estos aviones fue, según Massot y Muntaner, obra del financiero mallorquín Joan March Ordines, a petición de García Ruiz, que también le pidió dinero a Manuel Salas. La estrategia de guerra con los aviones italianos fue diseñada en Palma en una reunión en la cual también participó Joan March hijo, según explica el investigador Pere Ferrer Guasch. Los aviones atacaron los hidros republicanos de la base del puerto de Pollença y los destruyeron. También atacaron los barcos republicanos. El 3 de septiembre acuden barcos republicanos potentes para ayudar, pero no pueden parar la ofensiva de la aviación italiana. La recuperación del frente franquista fue dirigida personalmente por García Ruiz. Bayo da una ambigua orden de reembarcar. Como hemos explicado, este hecho generó numerosos asesinatos de milicianos que no consiguieron salir de Mallorca.

Aún con la victoria nacional, la represión no se paró. Empezaron las sacas de presos del Castillo de Bellver y de Can Mir que ocasionaron más asesinados. Las tropas franquistas celebraron la victoria con una marcha triunfal en Palma. El obispo Miralles les dio las gracias. Los asesinatos y las desapariciones de personas seguían, por Palma y por toda Mallorca. El llamado Conde Rosi, llegado con los aviadores italianos, se convertirá en el protagonista, de iure más que de facto, del terror desatado. Palma y Barcelona, siempre hermanadas, tendrán destinos diferentes.

Militars després del desembarcament a Porto Cristo. c.1936. Reproducción de la fotografía de Bartomeu Ordinas Fúster incluida en el catálogo «Bartomeu Ordinas Fúster. Una actitud davant la càmera», publicado por el Consell de Mallorca (Arxiu del So i de la Imatge) el año 2002.

Revisat per

Bartomeu Garí Salleras

Bartomeu Garí Salleras. Es Doctor en Historia per la Universitat de les Illes Balears. Entre otros, es autor de los siguientes trabajos: La República a Porreres: un temps oblidat (2005), Porreres: desfilades de dia, afusellaments de nit (2007), Climent Garau Juan (1896-1936): Entre el pinzell i la vara (2012) y La fossa dels Mariandos: Obrir per poder tancar la història. (2015). Es autor también de la memoria de investigación La repressió a Mallorca durant la Guerra Civil espanyola (1936-1939): Memòria d’una coerció planificada.

Fonts consultades:

Libros de referencia
Capellà Fornés, Margalida. Veus Republicanes. Edita Lleonard Muntaner. 2011. 2014.
Company Matas, Arnau i altres. Palma 1936-83. (4 toms). L’evolució de la ciutat a través de la imatge. 2005-2013. Institut d’Estudis Baleàrics.
Ferrer, Pere. Joan March. Edit. Zeta.2010.
Alexandre Font Jaume. Alexandre Jaume Rosselló. Edita Lleonard Muntaner. 2011
Alexandre Font Jaume. Escrits des de la presó. Edita Lleonard Muntaner. 2011
Garcia Ruiz, Luis . DATOS PARA HISTORIAR EL MOVIMIENTO NACIONAL EN BALEARES . Apèndix del llibre de Josep Massot “El primer franquisme a Mallorca”
Gari Salleras, Bartomeu . La repressió a Mallorca durant la Guerra Civil espanyola (1936-1939): Memòria d’una repressió planificada. Tesi Doctoral. Universitat de les Illes Balears (UIB), 2017
Ginard Ferón, David. Aurora Picornell. 1912-1937. Menjavents. Palma 2017.
Massot i Muntaner, Josep., La república i la guerra civil a Mallorca. Randa. Curial Barcelona 1976.
Pagès i Blanch, Pelai ) Director). La guerra civil als Països Catalans. Publicacions de la Universitat de València. 2007.
Silva Lorenzo. Recordarán tu nombre. Editorial Destino. 2017.

 

Webs y documentales
Los africanistas https://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2014/07/18/53c8d9efca474151348b4571.html
Fracassa el cop d’Esta a Barcelona
https://www.youtube.com/watch?v=7d91vrAkvGw
Biografia de Garcia Ruiz.
https://www.fideus.com/biografiesF%20-%20garcia%20-%20ruiz.htm
Desembarcament de Bayo.
https://www.youtube.com/watch?v=DGn85uKClQs

 

Imagen de cabecera

Militars després del desembarcament a Porto Cristo. c.1936. Reproducción de la fotografía de Bartomeu Ordinas Fúster incluida en el catálogo «Bartomeu Ordinas Fúster. Una actitud davant la càmera», publicado por el Consell de Mallorca (Arxiu del So i de la Imatge) el año 2002.