Nuredduna lapidada, otra vez

Nuredduna lapidada, otra vez

Nuredduna lapidada, otra vez

Ilustración: Toni Salvá.

La Ciudad Cuántica prepara la mochila, se adapta al horario escolar y tras un largo silencio y baile de partículas en el nada silencioso cosmos regresa. Hoy, con el griterío de los niños en las escuelas solapado por el ruido de las máquinas en Nuredduna. Saca tiza porque quiere apuntar unas cuantas cosas en el encerado, antes de que sigamos olvidando quienes somos.

Cuenta el poema La deixa del geni grec de Costa i Llobera el trágico final de Nuredduna, que murió lapidada por los honderos del poblado de ses Païses en Artà por enamorarse del extranjero, del griego Melesigeni quien, sin duda, albergaba intenciones de conquista de Mallorca. El ardor guerrero de los unos y los otros acaba sacrificando a la mujer, a la sibila, a la hechicera, a quien dotada de habilidad para ver futuros, se le nubló el suyo por escuchar el canto y el toque de la lira del amado, el otro, el extranjero.

La literatura es hermana, y si no, no es literatura, de los mitos de los que aprendemos casi tanto o más que de la historia. Letra viajada a través de los tiempos para recordarnos que somos piel de tragedia, aliviados a su vez, por la sal y la pimienta de la máscara de la comedia. Otra cosa es el humor, que aligera las cargas. A mí se me está poniendo enfermo porque están partiendo en dos mi barrio: Pere Garau.

A ver señores del cartabón y de la escuadra, este urbanismo de pitiminí que sienta cátedra con lugares comunes me saca de mis casillas. ¿Peatonalizar? ¿A qué precio? ¿A favor de quién y quiénes? Resulta que hemos de frenar el uso del coche, de acuerdo, pero en Nuredduna lo van a hacer en 300 metros para luego montar un desaguisado en el transporte público puesto que los autobuses de la EMT que iban por la calle van a ser desviados hacia la plaza Columnas haciendo un mayor recorrido y al llegar a la plaza, desdoblando los sentidos de circulación. No me parece muy sostenible, y desde luego para sus usuarios, los vecinos del barrio, tampoco por lo que supone de demoras y duración de los trayectos. Es decir, perdiendo calidad de vida y dinero.

Otro punto que me saca la flecha del carcaj es la ausencia de transparencia en todo el proceso. El alcalde lo presentó como su proyecto estrella para esta legislatura solo que olvidó hablarlo, consensuarlo, rectificarlo si fuera preciso, con quienes más van a padecer esta carísima operación de maquillaje: los que viven en el barrio. Los vecinos han hecho saber a través de Flipau amb Pere Garau y de ARCA -dos entidades que llevan años trabajando en favor de uno de los barrios con más necesidades para llevar una vida digna hacia delante y a la vez con un tejido social heterogéneo , dispar, vital en una palabra- que así no, que así no queremos que mejoren nuestro barrio. 

Llevan meses trabajando, hurgando, buscando pistas que haga entrar en razón a quienes gobiernan, un equipo de izquierdas que a la hora de emprender el proyecto más caro -2 millones de euros- se está olvidando de que quienes le votaron le pidieron otra manera de hacer política. La cerrazón es tan tozuda que estoy por sacar mi lado más mallorquín y desconfiar de tan bondadosa peatonalización. ¿A qué si no las subidas de tarifas de las inmobiliarias? ¿Quién se va a lucrar con una peatonalización que lo único que está haciendo es dividir el barrio en un Up and Down y que es más que probable que acabe en un proceso de gentrificación, de usurpación del espacio público por las terrazas, de convertir una calle en un pequeño parque temático lleno de ruidos, botellones y turistas? Hay demasiados ejemplos en Palma que ilustran lo que se nos vendrá encima. Pero es igual, el color del dinero maquillará las verdaderas intenciones. Y toda la mugre que se genere de la operación de trasladar a los pobres de Pere Garau fuera de las lindes de la zona alta del barrio, los 300 metros de Nuredduna peatonales, con sus fuentecitas, sus terrazas, sus restaurantes chic, se invisibilizarán como quien pone la basura bajo la alfombra.

Por no escuchar, ni siquiera los sabios razonamientos de los arquitectos Tomeu Durán, hijo del barrio, ni de Itziar González, una persona más que autorizada porque conoce bien el oficio de urbanista y que se ofreció mediar para llegar a un consenso en una causa en la que da razón a los vecinos y pide a los gobernantes que escuchen. Reproduzco sus palabras por si aún se obrara el milagro ahora que ya están lapidando a Nuredduna: “Por mi experiencia, los vecinos suelen tener intuiciones bastante acertadas de las cosas, tienen bastante buen olfato”. “Se ha querido hacer entender que los vecinos no quieren peatonalizar y no es verdad. Ha sido una manera muy fea de banalizar su propuesta. Claro que están a favor de pacificar Palma, pero no con un modelo de centro comercial al aire libre. He visto lo que ha pasado en Barcelona con la calle Portal de l’Àngel, cómo las tiendas han ido desplazando a los vecinos que vivían en las plantas superiores porque han crecido como grandes almacenes. Especializar calles como centros comerciales al aire libre no genera seguridad ni control social”. Nuredduna llora porque en su nombre ni siquiera la calle se hace con perspectiva de género. ¿Un proyecto ecológico, participativo y feminista? ¡Qué alegría esta vuelta al cole!

6 thoughts on “Nuredduna lapidada, otra vez”

  1. Miguel Jarque dice:

    No todos los vecinos la piensan como ustedes. Hasta hace poco Nuredduna tenía un tráfico brutal, el ruido de los buses en la parada final era terrible. Pues ahora parece el paraíso, y lo siento para quien ahora tiene a los buses bajo su casa, pero por fin sabrán que ha sido vivir en Nuredduna hasta ahora. Una calle olvidada.

    1. Lourdes Duran dice:

      Me parece muy significativo su comentario «lo siento para quien ahora tiene a los buses bajo su casa, pero por fin sabrán que ha sido vivir en Nuredduna hasta ahora». En breve, escuchará la jarana de los bares…. Ojalá me equivoque.
      Gracias por comentar. Y disculpe mi demora en contestar

    2. A.N.A. dice:

      Claro, ahora se ha trasladado el tráfico brutal a otra calle que ya sufría un tráfico brutal, Nicolau de Pacs. Traspasar un problema a otro sitio no es solución.

      1. Lourdes duran dice:

        Por supuesto que no. Trasladar problemas es duplicarlos. Pura ineficacia. Gracias A.N.A

  2. Cris dice:

    Brillante, como siempre. Gracias.

    1. Lourdes dice:

      Tú más…. jajaja. Gracias Cris

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