De la ciudad romana a la ciudad moderna
La vida política a finales de siglo, una ciudad marcada por el Maurismo

La vida política a finales de siglo, una ciudad marcada por el Maurismo

La vida política a finales de siglo, una ciudad marcada por el Maurismo

Antoni Maura fue probablemente el político mallorquín más conocido de su tiempo y uno de los mallorquines que más influyó en la historia de España de entre siglos. Como es sabido, el maurismo era el corriente político dominante en la ciudad de Palma y en toda Mallorca en la última década del siglo XIX, a pesar de las subidas y bajadas que tuvieron los liberales, sometidos a las dinámicas políticas de los grandes partidos en Madrid y las motivaciones del mismo Maura sobre la vida política de Palma.

Después del fracaso de la Primera República, los partidos de derechas, conservadores y liberales, dominarán la vida política en Palma. Durante todo este largo periodo de la vida política en Palma, los republicanos y los socialistas eran fuerzas emergentes que, en el caso de los republicanos llegarán a tener mayoría de regidores entre 1899 y 1904, aunque no el Alcalde porque lo nombraba la Corona. Los socialistas sacaron al primer regidor el 1901.

El movimiento obrero aparece con fuerza la última parte de siglo XIX. Durante el Sexenio Progresista el movimiento fue liderado por Francesc Tomàs, pero al cabo de pocos años perdió bastante debido a la ilegalización de la Asociación Internacional de Trabajadores. A partir de 1880 reaparece el movimiento con la creación de la Unión Obrera Balear, el Ateneo Obrero Mallorquín y la fundación del Partido Socialista Obrero Español en la ciudad.

Por lo tanto, durante el último cuarto de siglo del XIX, Palma, fue gobernada por las fuerzas políticas de derechas, unas más conservadoras y otras más moderadas, marcadas por el clientelismo y el caciquismo. Maura supo aglutinar buena parte de las dos fuerzas, además de parte de los republicanos, hasta que con la crisis del 98 los conservadores se fragmentaron, Maura abandonó el Partido Liberal para pasarse al Conservador, y la izquierda empiezó a estar más presente en las instituciones y en la vida política de Palma mediante las organizaciones culturales y obreras.

Maura, que nació en Palma el 1853, entró a la política después de estudiar derecho en Madrid y hacer de missero en el despacho del cual sería más tarde su cuñado, German Gamazo, destacado político del Partido Liberal Fusionista, liderado por Sagasta.

Encabezó y ocupó muchos cargos de gobierno y fue elegido diputado en todas las elecciones generales desde el 1881 hasta el 1923. Pero destacó especialmente por participar en primera persona en algunos de los procesos políticos más complejos de la historia de la España contemporánea, como el proceso de independencia de Cuba. Como Ministro de Ultramar entre el 1892-94 propuso una reforma administrativa que suponía un cierto «estatuto de autonomía» que no fue aprobado y como consecuencia, presentó la dimisión. La crisis económica, social e institucional del 98 debida a la pérdida de las colonias, fue el motivo que lo llevó probablemente a dejar el Partido Liberal y pasarse al Partido Conservador, entonces sin liderazgo debido a la muerte de Cánovas. Otro episodio que protagonizó Maura fue el de la semana trágica de Barcelona el 1909, pero de este -trascendental en muchos aspectos-  hablaremos en la segunda parte del libro.

Los Conservadores de Palma tuvieron fuerza política sobre todo gracias al poder que tenían en todo el Estado y también sufrieron muchas luchas y divisiones internas, durante la última parte del siglo XIX. Después de la Primera República (1873) controlaban las principales instituciones de Mallorca. Era habitual que en sus candidaturas figuraran en los primeros lugar personas de la península. De aquí destacaba el Conde de Sallent, Josep Cortoner Allendesalazar, político mallorquín que fue diputado a las Cortes en todas las elecciones hasta entrado el siglo XX y en el que el Ayuntamiento dedicó el 1914 el nombre de la avenida que todavía existe -Avenida Conde de Sallent- que va de 31 de Diciembre hasta la calle General Riera. Otros políticos de este periodo también forman parte de la memoria urbana, como el Marqués de la Cènia, Pasqual Limpiadera o Manuel Guasp, además del poeta Joan Alcover, que también fue diputado maurista en Madrid. Antoni Maura cuenta, en Palma, con un monumento en la Plaza del Mercado.

El sistema político de «bipartidismo turnista» entre conservadores y liberales tenía una maquinaria electoral muy engordada y combinada, de tal manera que cuando el rey proponía a uno de los dos partidos para formar gobierno, los resultados electorales encajaban con los designios reales. La base electoral estaba controlada por una red de personas clave dentro de la economía y la vida social de Palma y los pueblos, vinculada a los caciques locales y nacionales. De este modo, cuando gobernaba el partido que tocaba hacía favores de carácter laboral, urbanístico o económico a los suyos, y cuando no gobernaba, esperaban al hecho que le llegara su turno otro golpe.

Además de esta red, existían un conjunto de medios informativos y de lugares donde se encontraban los políticos más activos de los diferentes partidos. En el caso de los liberales el lugar mas frecuentado era el Circulo Mallorquin, actual Parlamento de las Islas Baleares, mientras que para los conservadores tradicionalistas eran los locales de la Sociedad de Cazadores La Veda, situados al lado de la Plaza de la Reina.

En cuanto a las publicaciones y diarios que se inclinaban al Maurismo hay que señalar el Liberal Palmesano y los diarios más relevantes de la época como Última Hora y la Almudaina.

En verano, Antoni Maura, veraneaba en Mallorca por anticipo de su protector, Manuel Salas, a las fincas de Valldemossa o a la Alqueria de Abajo. Mantenía una relación estrechísima con sus hermanos y parientes, originarios del barrio de la Calatrava, de Palma, donde todavía se conserva la casa solariega.

Maura murió el 1925 de un ataque de corazón en el Palacio Canto del Pico cuando iba a visitar al Conde de las Almenas, cerca de su residencia, la finca El Pendolero, famosa entre otras cosas por las películas que se han filmado, como por ejemplo Ana y los lobos de Carlos Saura. Un año antes pronosticaba el que sería el final de la dictadura de Primo de Rivera: la rampa que conduciría a la sustitución de la monarquía por la República.[:]

Revisat per

Sebastià Serra Busquets

Nota importante: El autor del texto es el colectivo “Palma XXI”. La persona que realiza la revisión no tiene porque coincidir totalmente con las ideas que expresa el autor.

 

Doctor en Historia contemporánea y Catedrático de Historia contemporánea de la UIB. Investigador principal del Grupo de Estudio de la Cultura, la Sociedad y la Política al mundo contemporáneo de la UIB. Se Profesor del Máster de Formación del Profesorado, con la materia de complemento de especialidad de Geografía, Historia e Historia del Arte y Coautor del libro ‘Museos de las Islas Baleares, Instituto de Estudios Baleáricos, Palma, 2009. Además es Director del Centro de Estudios y Documentación Contemporánea – CEDOC.

Fonts consultades:

Referencias bibliográficas

Bibiloni Gabriel. Las calles de Palma. Editado por GB. Palma 2012.

Fullana Puigserver, Pere. Antoni Maura y el maurisme a Mallorca. (1853-1925) Palma: Lleonard Muntaner, Editor. Fundación Antoni Maura de Baleares, 1998.

Marimon A y Sierra S. Diccionario de partidos políticos de las Islas baleares ( 1900-2008). Edit. Lleonard Muntaner.

Salas Vives, Pere. Las obras públicas en Mallorca durante el siglo XIX. Mayurqa.(2002), 28:53-74.

Isabel Peñarrubia y Marqués. El maurisme: un reformismo sin democratización. El Adelanto: Revista de historia y cultura. 2002, Nº 271

Referencias en páginas web
http://www.fantoniomaura.org/biografia.htm
http://www.pendolero.com/finca-historica/
https://es.wikipedia.org/wiki/palacio_del_canto_del_pico

*Imagen de cabecera: fotografía de Antoni Maura