De la ciudad romana a la ciudad moderna
Palma cambia el sistema de gobierno

Palma cambia el sistema de gobierno

Desde que con la Conquista se instituyó un sistema municipal de gobierno de la Ciutat de Mallorca –que en un principio constituyó un único municipio que alcanzaba toda la isla –la vida política se vio marcada por las tensiones entre los intereses generales de la monarquía y los del Reino de Mallorca, los de los habitantes de la Ciutat frente a los de la Parte Foránea, y los de los diferentes estamentos sociales del reino. En diferentes momentos históricos estas diferencias estallaron con violencia, desbordando el marco institucional.

Por una parte el Rey intervenía en la preselección de los jurados –los magistrados rectores de Palma y de toda la isla– de forma que podía controlar las oligarquías locales para limitar sus posibles acciones contrarias a los intereses reales. Por otra parte, los bandos locales enfrentados hacían todo lo posible porque sus adheridos fueran los elegidos. Desde medianos siglo XV, una vez seleccionadas las personas que podían ser jurados, e insaculados sus nombres dentro del correspondiente saco, un niño de 7 años sacaba los nombres que por azar ocuparían el cargo durante un año.

Esta batalla política habitual para la gestión de Palma, pasó a un escenario completamente diferente cuando Borbones consolidaron sus derechos sucesorios después de una guerra internacional por la sucesión del Rey de España Carles II. La guerra internacional pasó a ser una guerra civil en la que se enfrentaron los partidarios de los Borbones y los de los Austrias. Durante la guerra, los primeros ocuparon la Corona de Castilla, mientras que los segundos ocuparon el poder en los reinos de la Corona de Aragón.

Una vez acabada la guerra, las disposiciones dictadas por el victorioso Rey de España –Felipe V– entre 1711 y 1716, abolieron la antigua organización constitucional de cada uno de los reinos que integraban la corona de Aragón, y establecieron en Mallorca una nueva organización política, más cercana al modelo castellano, con elementos de inspiración francesa y otras de originales.

El Decreto de Nueva Planta dejó el gobierno de Mallorca a manos del “Real Acuerdo”, un órgano integrado por juristas y presidido por el Capitán General. A pesar de que el Decreto propiciaba un gobierno de togats, la autoridad militar consiguió imponerse sobre estos. El Grande y General Consejo fue abolido el 1718, desapareciendo con él toda representación de carácter insular. El reino de Mallorca, aunque conservó su título, pasó a ser una provincia de la Monarquía.

En cuanto al régimen local, se impuso la figura castellana del Corregidor –máxima autoridad municipal– que recayó en Diego Navarro por primera vez el 1718. También los regidores eran designados por el Rey, con carácter vitalicio, entre personas del brazo noble. Así, el 1718 el Ayuntamiento de Palma quedó formado por 20 regidores –16 caballeros y 4 ciudadanos militares– y sus competencias quedaron limitadas a la administración de Palma y su término. Mercaderes y menestrales perdieron su participación en el gobierno municipal.

Desde aquel momento, con pequeñas variaciones hasta los nuevos ayuntamientos surgidos de la Constitución de Cádiz de 1812, Mallorca estuvo regida políticamente por un poder absolutista y centralizado en la Corte, representado en la isla por autoridades de designación real.

La Guerra de Sucesión dejará una herida entre las familias nobles de Palma que apoyaron a los Borbones, llamados “botifleurs” por el escudo heráldico de los Borbones, y los defensores de los Austrias, denominados “maulets”, que peyorativamente denominarán a sus adversarios “botifarres”, es decir, «morcillas». La herida será cerrada con el pacto que hacen las familias más prominentes de los dos bandos, denominadas desde entonces de las Nuevas Casas. Curiosamente el apelativo “morcilla” se fue generalizando a todos los descendentes del estamento noble y hoy todavía pervive.

Durante el siglo XVIII las ideas absolutistas irán dejando a las Ilustradas. El hombre empezará a ser medida de todas las cosas. Con la Ilustración la Ciencia se abrirá paso y la Religión irá dejando su papel preponderante.

Las tensiones sociales y económicas fueron muy relevantes durante todo el siglo, por diferencias ideológicas, religiosas y económicas. Aun así, la Ilustración tuvo sus seguidores que organizaban tertulias para debatir las nuevas ideas y para establecer propuestas y acciones innovadoras. Una de las más conocidas en Palma fue la de Bonaventura Serra, situada en su casa, ahora conocida por el nombre de Can Serra, una de las más interesantes de Palma, salvada del derrumbe con el dinero de la primera ecotasa y todavía esperando rehabilitación.

Fruto de este movimiento renovador, ya a finales de siglo a 1778, se creará la Real Sociedad Económica Mallorquina de Amigos del País (RSEMAP). Era una sociedad que replicaba otras iniciativas similares en toda España impulsada por el rey Carles III, adalides de la modernización científica y técnica y la creación de proyectos innovadores. Aglutinaba la élite social con una mezcla del mundo nobiliario y el profesional. Su primer director fue Llorenç Despuig y tuvo una larga historia hasta principios del siglo XX, pero con diferentes etapas más o menos productivas.

La RSEMAP impulsó preferentemente las grandes infraestructuras de la energía y el ferrocarril, aunque también protagonizó muchas iniciativas culturales y recreativas, impulsadas y ejecutadas por empresarios que arriesgaban su patrimonio y por ingenieros y arquitectos que le daban un empujón tecnológico. En cuanto a la lengua el objetivo de la SEMAP era castellanizar el país siguiendo la política borbónica.

Los motivos y las rivalidades y enemistades generadas en la Guerra de Sucesión y la guerra intelectual de todo el siglo XVIII se trasladarán –en cierto modo– a los partidos políticos del siglo XIX e irán apagándose o reviviendo según las circunstancias de la historia de Palma, como veremos más adelante.

Por otro lado, no será hasta muy entrado el siglo XX, durante la Segunda República, cuando se establecerá el sufragio universal en las elecciones municipales, que servirán para escoger al alcalde de una manera democrática, parecido al método actual. Pero tendremos que esperar hasta 1979 para establecer el gobierno municipal elegido según los canones europeos de la democracia.[:]

Revisat per

Antoni Planas

Nota importante: El autor del texto es el colectivo “Palma XXI”. La persona que hace la revisión no tiene porque coincidir totalmente con las ideas que expresa el autor.

 

Profesor Titular de Universidad de Historia del Derecho y de las Instituciones. Licenciado en Derecho y Doctor con premio extraordinario por la Universidad de las Islas Baleares (1993). Se ha especializado en la historia jurídica y institucional del Reino de Mallorca, sobre la que ha escrito numerosos libros y articulos. Se Presidente de la Sociedad Arqueológica Luliana desde 2011.

Fonts consultades:

Referencias bibliográficas.

  • José Juan Vidal El municipio de Mallorca en época de los austrias y los borbones. De la insaculación en la Nueva Planta. 750 años de gobierno municipal. Ayuntamiento de Palma. 2000.
  • P.de Montaner. Sobre la historia de la nobleza mallorquina. Revista de Cataluña. 1988.
  • Miguel Ferrer Florez. Tansformación ideológico en Mallorca. 1808-1814. MRAMEGH. 18 (2008).
  • Antonio Planas Rosselló, Los jurados de la Ciudad y Reino de Mallorca (1249-1718), Palma, Lleonard Muntaner, 2005.
  • Alejandro Sanz de la Torre. La arquitectura de Palma de Mallorca en el grabado ilustrado (Siglos XVIII y XIX). Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Segundo semestre de 1991. Número 73
  • Introducción al estudio de «Ses nou cases».

Bibliografia General.

  • Josep Juan Vidal El municipio de Mallorca en l època de los austrias y los borbones. De la insaculacion a la Nueva Planta. 750 anys de govern municipal. Ajuntament de Palma. 2000.
  • P.de Montaner. Sobre la historia de la noblesa mallorquina. Revista de Catalunya. 1988.
  • Miguel Ferrer Florez. Tansformación Ideológica en Mallorca. 1808-1814. MRAMEGH. 18 (2008).
  • Antonio Planas Rosselló, Los jurados de la Ciudad y Reino de Mallorca (1249-1718), Palma, Lleonard Muntaner, 2005.
  • Alejandro Sanz de la Torre. La arquitectura de Palma de Mallorca en el grabado ilustrado (Siglos XVIII y XIX). Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Segundo semestre de 1991. Número 73
  • Introducción al estudio de «Ses nou cases».