La ciudad moderna: de 1900 a 1936
La ciudad turística toma forma

La ciudad turística toma forma

La ciudad turística toma forma

Tenemos que recordar, como dijimos en las primeras páginas de esta segunda parte de la biografía de Ciutat, que la burguesía liberal tenía dos grandes proyectos que eran muy reclamados por todos los ciudadanos: derrumbar la muralla para abrir la ciudad a la industria y en los barrios periféricos, y crear nuevas infraestructuras para poder expandir el turismo que hasta aquellos momentos era muy minoritario.

Recordamos como Miquel del Sants Oliver en sus artículos «Desde la terraza», en el 1891, soñaba una isla turística. Recordamos como el proyecto de hacer un hotel de primera categoría europea se hacía realidad, en el 1902, de la mano de Domenech y Montaner. Recordamos como la creación del Fomento del Turismo, en el 1905, eran señales inequívocas que un proyecto utópico, con una ancha base social, se iba tirando realidad.

Después venderán las ideas de las Ciudades Balneario que, por primera vez, expresó Gaspar Bennazar en el 1912, refiriéndose al proyecto de una ciudad turística de nueva creación a Se Arenal, y las ideas innovadoras para toda Palma, recogidas en su Plan, muy fantasiós, pero que llega a ser aprobado por el consistorio en el 1917, dando pie al proyecto del futuro Parco de Bellver y, en parte, también al futuro Paseo Marítimo.

Durante todos los años veinte las infraestructuras y los edificios modernos fueron creciente. Se hizo más fácil venir a Palma desde Barcelona en barco y también se introdujo el correo postal que llegaba el 1921 con los hidroaviones a los hangares del Jonquet. Otros puertos mediterráneos estaban mejor conectados con Palma y se creaban borde mar hoteles de categoría como Victoria o el Mediterráneo. Es muy interesante y curioso ver el documental sobre la exportación de ensaimadas del Horno de Sano Plaza de Palma hasta Barcelona.

El turismo peninsular y el turismo norte-europeo y norteamericano iba creciendo de una manera importante en todas partes, y Mallorca se encontraba en la cabeza del ranking de los lugares más conocidos y apreciados de la Mediterránea. Recordaremos también que los ciudadanos de Palma ya habían consolidado el hábito de ir a tomar baños a Se Aigo Dulce, Bellver y Can Barbaràmientras, al mismo tiempo, muchas familias se hacían una casa de veraneo en Son Alegre, el Terreno y Portopí.

Será esta parte de la ciudad la que irá convirtiéndose despacio en un destino turístico específico, dentro de Palma. Ahora nos puede parecer palabra fácil y natural, pero tenemos que recordar que desde el Jonquet hasta Portopí, era un acantilado de tierra , impracticable para pasear y nadar, exceptuando las tres caletes de Se Aigo Dulce, sano Pedrera y se Cuervo Marí. Las pocas fábricas industriales que había a la zona como la del automóvil Loryc o la de fosfatos de Joan March fueron desapareciendo.

La transformación de toda esta costa en un Paseo Marítimo no llegaría hasta los años 50, aunque el proyecto ya era claro en veinte. El ingeniero Antoni Parietti, el que hizo la carretera de sano Calobra y la de Formentor en 30, nos decía sobre el paseo marítimo, en un artículo muy interesante aparecido a la revista Nuestra Tierra el 1930, a la pág. 333:

«…el paseo marítimo que a continuación del de Sagrera se tendría que prolongar bordeando la mar hasta la Pedrera de el Terreno, donde enlazaría con la carretera de Palma al Puerto de Andraitx. Es difícil darse cuente caudal del paso gigante y definitivo que, por el progreso y embelliment de nuestra ciudad representaría la construcción de esta trascendental obra, si fuera concebida y realizada con la grandiosidad que merece. Allá cabría todo en armónica conjunción: espléndidas aceras, anchas vías de tránsito normal de vehículos y paseo central por los coches de lujo, verals por jinetes y ciclistas, parques infantiles y fuentes monumentales; aprovechando artísticamente las horribles irregularidades actuales de la costa, podrían levantarse lujosas edificaciones y establecimientos de baños y deportes marítimos, gran parque de arbreda y atracciones que embellecería la hoy tristísimo hieles de Santa Catalina……».

El 1949, impulsado por Gabriel Roca Garcias (1896-1986), ninguno de la Junta de Obras del Puerto, se empezó a construir el soñado Paseo Marítimo, que se acabó el 1958. Pero desgraciadamente, despacio, desde entonces hasta nuestros días, el Paseo Marítimo se ha ido transformando en una vía rápida atravesada por vehículos privados y camiones de mercancías del Puerto hacia la Ciutat, y la bahía de Palma se ha ido llenando de barcos de lujo, grandes cruceros, y muelles para la industria náutica, tapando completamente las vistas al mar de todo el Paseo.

El sentir de los terreners hoy en día, después de la construcción del Paseo Marítimo y la cada vez mayor ampliación del puerto de Palma es que convirtieron en imposible aquella práctica de los baños de mar, no sin la recança de mucha gente que se vio privada de aquella práctica tan habitual.

Pero antes de la construcción del Paseo Marítimo existía un gran dinamismo en la construcción de hoteles y balnearios entre los cuales destacaban Victoria y el Mediterráneo. Los hoteles llegaban hasta Cala Mayor, con el Hotel Principe Alfonso y el Bristol a Santo Agustí. Se construían despacio casas privadas importantes en unos momentos de gran dinamismo social que dieron como resultado que el Terreno, con su plaza central, la plaza Gomila, aconteciera un barrio muy importante para la Ciutat, con su propia cultura y sus normas sociales, totalmente cosmopolitas, así como sus protagonistas, como bien explica Xavier Terrasa en el reciente libro «Así era el Terreno. Imágenes de ayer».

Adentro Ciutat, el Gran Hotel continuaba su singladura con más o carezco dificultades, puesto que era un hotel concebido por aposentos de invierno y la tendencia general era contraria. De aquí que su propietario, Joan Palmer, abriera el hotel Villa Victoria junto a la mar. El mismo hizo el señor Joan Pensabene Cunill, propietario del Alhambra, hotel que combinaba con el Hotel Mediterráneo. Aparecían en Ciutat otros hoteles más pequeños, como el Hostal Cuba, el Hostal Perú, el Hotel Ferrocarril, Catalonia, etc.

Girando nuestra mirada hacia levante, ya vimos en una página anterior que, desde la Puerta des Camp hasta el Molinar, había un conjunto de fábricas de electricidad, de adobo, una refinería de petróleo y almacenes que daban una imagen totalmente industrial, muy diferente de la zona de el Terreno. El Molinarera un pequeño barrio de pescadores y obreros, y el Portixol era un pequeño grupo de casas sin ningún hotel, que había crecido siguiendo un poco la ordenación que había previsto Bartomeu Ferrà ya el 1891.

En cambio, la «Ciutat Jardín» data de principios de los años 20. Impulsada por Josep Tous, empresario omnipresente en todas las iniciativas de ocio de Ciutat, se cree que contaba como socio el también omnipresente Gaspar Bennazar. De hecho, el hotel emblemático, que todavía destaca, fue diseñado por el que era su amigo y compañero de trabajo del Ayuntamiento, Jaume Alenyar. El conjunto se conceptualizó como un Balneario de Palma, más de cara al veraneo de los ciudadanos que de los turistas.

Cómo hemos dicho antes, los proyectos de urbanización de Se Arenal empezaron muy presto, como nos muestra Manuel Cabellos en su libro sobre la Playa de Palma. Concretamente a 1913, de la mano otro golpe de Gaspar Bennazar. Las primeras parcelaciones fueron adquiridas por emprendedores de Palma y de Llucmajor, entre ellos Ferran Alzamora, hermano de Enric Alzamora, a quien sustituirá en la dirección del Fomento del Turismo. Durante los años en que se creó el ferrocarril de Palma en Llucmajor y se llevó la electricidad, en torno el 1920, ya se creó el primer hotel, el Terminus.

También se produjo el mismo proceso de parcelación y urbanización a Can Pastilla, apareciendo el hotel Oasis. Pero será la parcelación de las Maravillas, la que tendrà una mayor consistencia y desarrollo, con la famosa iglesia construida por el arquitecto racionalista Francesc Cases, que a la vegada construiría en la parcelación que hizo Joan March de Son Armadams.

A lo largo de los años 20 y hasta la guerra civil, Palma creció en clave turística, incluida la destrucción pieza en pieza de la muradarenacentista, que tanto había costado construir. Su Plan del Ensanche no cubrió las expectativas, puesto que los inversores echaban más hacia el centro de Ciutat o hacia la costa y el Terreno.

El proceso urbanizador del Ensanche, más allá de las avenidas, no acababa de arrancar, y cuando lo hacía era de manera poco ejemplar. Basta ver el que decía el arquitecto protagonista de la futura reforma de Palma, Gabriel Alomar, cuando en 1935 escribía en nuestra Tierra: «Un estudio detenido de la causa primordial por la cual la nuestra ensancha tiene este desgraciadísimo aspecto de pobreza urbanística, nos llevaría a la conclusión que no es, como primera vista parece, la paupérrima categoría artística y económica de la mayoría de las edificaciones que hasta en el presente se han levantado en sus calles, sino la carencia absoluta de ciertos elementos arquitectónicos que denominamos de «caracterización urbanística»….».

Revisat per

Xavier Terrasa García

Licenciado en Historia y Postgrado en Didáctica del Patrimonio con el trabajo «Itinerarios didácticos por el Centro histórico de Palma» por la Universidad de Barcelona. Ha sido asesor didáctico para National Trust en la villa romana de Chedworth (Reino Unido) y ha realizado diversas tareas de investigación histórica. Es autor de varios libros sobre el patrimonio, entre los que podemos destacar «El patrimonio Desaparecido de Palma». Trabaja en ARCA como gestor cultural.

Nota importante: el autor del texto es el colectivo «Palma XXI». La persona que hace la revisión no tiene por qué coincidir totalmente con las ideas que exprese el autor.

Fonts consultades:

Referencias bibliográficas:
Alomar Gabriel. Elements de caracterització urbanística a l’Eixampla de Palma. . Revista La Nostra Terra, pàgs. 6-10. 1935. Edició facsímil 5. El Gall Editor.
Barceló Bartomeu. Història del turisme a Mallorca. Treballs de la Societat Catalana de Geografia – Núm. 50 – Vol. XV
Cabellos Manuel. La Platja de Palma, evolució històrica i planejament urbà. Edicions Documenta Balear. 2017
Dels Sants Oliver, Miquel, Cosecha periodística. Recull d’articles a l’Almudaina. Imprenta Amengual y Muntaner. Palma, 1891.
Diez Francisco. Ciudad Jardín de Palma: Un nombre impropio para una urbanización en la costa de Mallorca a comienzos del siglo . http://ibdigital.uib.es/greenstone/collect/bsalArticles/archives/BSAL_198/8v44p307.dir/BSAL_1988v44p307.pdf
Roman Julia. Genesis y desarrollo històrico de un barrio burgues del siglo XIX: del bosque real del Castillo de Bellver al barrio del Terreno de Palma. En Los Lugares de la Historia pag 323. https://drive.google.com/file/d/1YPgu-lZIlveTX2t2NMMDuKA4vWI3KkuJ/view
Parietti Antoni. El Turisme. El problema més gran i més urgent per Mallorca. Revista La Nostra Terra, pàgs. 332-340. 1930. Edició facsímil 2. El Gall Editor.
Terrasa Xavier. Així era el Terreno. Imatges d’ahir. Editorial Illa edicions. 2017.
Villalonga J y Fernandez R. El Terme de Palma. Evolució de la propietat i l’espai. Volum I.Palma 2016
Vives Antoni. El turisme, un fenomen social de la modernitat del segle XX. L’Abans . Editorial Efdos. 2011.

 

Referencias en páginas web:
Sobre Antoni Parietti. https://ca.wikipedia.org/wiki/Antoni_Parietti_Coll
Sobre el Terreno , pàgina de l’AVV. http://www.elterreno.info/articles/litoral.php
Documental de 1931. Elaboració i exportació d’ensaïmades del Forn de Sa Plaça a Barcelona.
Arxiu del So i l’imatge del Consell de Mallorca.
http://www.memoirefilmiquedusud.eu/collection/320-ca-la-elaboracion-de-la-ensaimada-en-mallorca/?n=12&lang=ca
Sobre Ferran Alzamora Gomà
http://possessionsdepalma.net/index.php?option=com_content&view=article&id=387&Itemid=15