La ciudad moderna: de 1900 a 1936
Juan March conquista Palma

Juan March conquista Palma

Juan March conquista Palma

Favorecido por la crisis del maurismo y de la monarquía española sobre la que nos hemos referido antes, en 1918 Joan March pasa a controlar el Partido Liberal. La estrategia de March será la de tejer un entendimiento con todos aquellos partidos que tienen como objetivo poner fin a la hegemonía del maurismo, en el marco económico y político. Se trataba de encontrar puntos de encuentro con los regionalistas de Guillem Forteza opuestos al centralismo y en favor de la cultura propia.

Esta inclusión de los regionalistas en el bando verguista fue una de las innovaciones que conllevó el cambio político que se dará en este periodo. El regionalismo era una fuerza política que despuntaba por la defensa de la cultura autóctona y la autonomía de las islas. Ideas que se fortalecen en Mallorca con la llegada desde Cataluña de las influencias de la cultura de la Renaixença. Posteriormente, se convertirá en un movimiento político del que Guillem Forteza será uno de los impulsores y líderes, como veremos más adelante.

En 1921, Joan March creará un medio de comunicación -El Día- que dirigirá Joan Estelrich, destacado intelectual regionalista. Un periódico liberal en el que escribieron destacados escritores y políticos de diferentes ideologías, como Josep Pla y el dirigente socialista Indalecio Prieto.

Para que la estrategia antes anunciada fuese adelante, Juan March estableció una alianza con el partido socialista que encabezaba Llorenç Bisbal, quien había sustituido en 1913 a Francesc Roca en el liderazgo del PSOE, ambos procedentes del sector del calzado. En 1917, Lorenzo Bisbal fue concejal socialista en el Ayuntamiento de Palma y en 1931 el primer Alcalde socialista.

La convergencia de los socialistas con March se sustentaba con la creencia del líder nacional Julián Besteiro, y la de sus seguidores en Palma, que March era un significado representante del capitalista moderno, dispuesto a pactar con los socialistas. El entendimiento del capitalismo avanzado con el socialismo debía ser la etapa previa a la instauración del socialismo. March, a diferencia de los mauristas, reconocía los derechos de los trabajadores y consideraba que debían tener cabida, en un futuro próximo, en un sistema político renovado.

Joan March encontrará en Lluís Alemany el político idóneo para establecer puentes entre los liberales y los socialistas. El interlocutor de los socialistas será Alexandre Jaume, cuñado de Luis Alemany y sobrino del líder liberal Alexandre Rosselló. Joan March y Alexandre Jaume se conocían desde que fueron socios, durante un breve período, de la famosa fábrica de la Roqueta. La familia Jaume la había comprado a Aguiló “Cetre”. Poco después, Juan March compró la parte de los Jaume y se convirtió en el único propietario. La causa fueron las diferencias de parecer en los artículos que debían fabricar. Para March debía potenciar la producción de los materiales de construcción más demandados, en detrimento de la fabricación artística.
El interés de los liberales para aliarse con los socialistas estaba motivado por la influencia mayoritaria de UGT dentro las sociedades obreras, y por extensión en todo el mundo obrero. Esta convergencia dio como resultado tres pactos tácitos que hicieron correr mucha tinta. El primero fue la defensa de Juan March, por parte de Llorenç Bisbal, durante la crisis de subsistencias. El segundo fue el apoyo de los socialistas en el conflicto de la fábrica de abonos de March en Portopí. El tercero seria el compromiso de March,  ante los representantes de las sociedades obreras, todos ellos socialistas, de financiar la construcción de una Casa del Pueblo en Palma.

Cuando en 1914 estalló la primera guerra mundial, España se declara neutral, decisión condicionada por una economía paupérrima y por una división ideológica entre las fuerzas que configuraban el marco del sistema político de la Restauración. Unas se declararon decididamente germanófilas y las demás se pusieron de parte de los aliados. La economía de la España de 1917 era deficitaria y seguía todavía dependiendo de un sector primario de baja productividad. La industrialización seguía siendo incipiente. Además, contaba con unas vías de comunicación poco desarrolladas y los transportes eran deficitarios y anticuados. Así que, evidentemente, no tenía la capacidad para armar ni proveer un ejército capaz de ser eficaz en el campo de batalla.

La neutralidad, según reconoció el propio Alfonso XIII, potenció la producción industrial y manufacturera, crecimiento estimulado por la demanda de los países en guerra. Del mismo modo, el sector agrícola y ganadero incrementó con fuerza las exportaciones hacia estas naciones, productos y artículos que se pagarían a precios desorbitados. La inflación se disparó y los mercados locales sufrieron una severa escasez de productos básicos. Este desabastecimiento generó la crisis de subsistencias, que provocará fuertes tensiones sociales que desembocaron en importantes movilizaciones, protestas y disturbios violentos.

En Palma, la crisis de subsistencias tuvo como protagonista a Juan March. Se le responsabilizaba de la falta de productos de primera necesidad como el carbón y la harina, entre muchos otros. March se había convertido en el principal exportador hacia los países beligerantes, a pesar de la prohibición del gobierno del Estado. Como consecuencia de esta actividad comercial ilegal, aparecerá en Palma el fantasma del hambre, la desnutrición y las pandemias, principalmente entre las familias urbanas más desprotegidas. Esta fue la causa de las revueltas populares de 1918 y 1919. Las clases populares señalaban a Juan March como uno de los principales culpables de la situación de miseria en que vivían. La acusaron de acaparador y de contrabandista de víveres y de muchos productos considerados imprescindibles en el transcurrir de la vida diaria, según señalaban las leyes dictadas por el gobierno.

El cumplimiento de la extensa legislación de subsistencias fue escaso, debido a la conjura establecida entre autoridades y acaparadores. Una parte de los productos prohibidos se camuflaban en cajas y sacos que contenían productos excedentarios, cuya exportación estaba autorizada. La actitud de los vigilantes del puerto era más bien colaborativa que represora. La corrupción era un hecho incuestionable que involucraba a la mayoría de agentes y de dirigentes políticos y que, incluso, penetraba en algunos despachos de ministros.

Desde que estallaron los disturbios que se produjeron en Palma en 1918, provocados por la falta de carbón, las mujeres tuvieron un papel relevante. Ellas, con su valentía, fueron la chispa que encendió el fuego de la revuelta. Se produjeron enfrentamientos violentos entre las fuerzas del ejército y los manifestantes, como consecuencia de los cuales resultará herido grave, de un disparo de bala, el militante socialista Miquel Cabotá, que murió al día siguiente de los sucesos. Aunque los socialistas luchaban para combatir los acaparamientos, la especulación y la exportación ilegal, los líderes tendían a frenar la crítica y la llamada a la movilización de las bases contra Juan March, por el pacto tácito que habían establecido con el potentado.

Buena parte del sentimiento popular contra Joan March se canalizaba desde la publicación «Foc i Fum», dirigida por Jordi Martí, conocido como el «Mascle Ros». La fuerza de la crítica llegó a dañar la imagen pública de March y éste le llevó a juicio por difamación, consiguiendo una resolución contra él con una multa de 1.000 pesetas y más de dos años de destierro a 100 kilómetros de Palma… Por lo que se marchó a Barcelona. Cuando volvió en 1922, reprendió la publicación con diferentes estrategias según las circunstancias.

El miedo que inspiraba la revolución bolchevique endureció la política represora de las fuerzas conservadoras, disposición que se hizo patente en Palma durante y después de las revueltas de 1918 y 1919. El 1918, Juan March, a través del diario Última Hora, se dirigirá a la opinión pública mediante una carta abierta en la que desmiente las acusaciones de acaparador y exportador ilegal que se le hacen desde la prensa conservadora y anarquista. En el escrito, no sólo niega su implicación en prácticas ilegales ligadas al comercio fraudulento de productos de primera necesidad, sino que también hace una severa crítica a las autoridades por su política ineficaz de suministros y, incluso, se atreve a proponer soluciones para salir de la crisis.

A pesar de todas las acusaciones, Juan March seguía fortaleciendo su imagen de defensor de las clases populares, según se refleja en estas declaraciones de 1918 al Obrero Balear: «(….) quien conozca a fondo Mallorca, habrá podido apreciar que esta región, una de las más ricas y productivas de España, debe parte de su prosperidad a la existencia de una verdadera legión de pequeños propietarios, a los que yo contribuí a crear notoriamente en veinticinco años (…).

Revisat per

Pere Ferrer Guasp

Nota importanteel autor del texto es el colectivo “Palma XXI”. La persona que hace la revisión no tiene por qué coincidir totalmente con las ideas que exprese el autor.

 

Revisa el texto Pere Ferrer Guasp. Historiador, biógrafo de Joan March y su época. Ha escrito varios libros sobre Joan March, así como ha realizado numerosas entrevistas periodísticas sobre el tema.

Fonts consultades:

Referencias bibliográficas
• Cabrera, Mercedes (2011). Juan March (1880-1962).
• Ferrer, Pere (2009). Joan March. L’home més misteriós del món.
• Ferrer, Pere (2001). Juan March: los inicios de un imperio financiero, 1900-1924. Palma de Mallorca: Cort.
• Gabriel, Pere. A L’ENTORN DE JOAN MARCH «EN VERGA». Memòria Civil, núm. 49, Baleares, 7 desembre 1986.
• Ginard, David (Coordinador) (2016). La casa del poble i el moviment obrer a Mallorca 1900-1936. Lleonard Muntaner Editor.
• Marimon, A. i Serra, B. (eds.) (2012). Diccionari de partits polítics de les Illes Balears (1900-2008). Lleonard Muntaner Editor.
• Maimon, Antoni (2016). pag 163 a La casa del poble i el moviment obrer a Mallorca 1900-1936. Lleonard Muntaner Editor.
• Pla, Josep (1970). Retrats de passaport. Ed. Destino. Barcelona.
• Vilchez i Carreras, Pep (2019). Societats obreres, crisi de subsistències i conflictivitat laboral. Al llibre: Les revolucions de 1917: Europa, Espanya, Illes Balears. Lleonard Muntaner Editor.

 

Referencias en páginas web
• Libro sobre la Transmediterránea.
http://vidamaritima.com/2017/03/petroleos-porto-pi-el-buque-tanque-ophir-y-un-libro-extraordinario/
http://centenariotrasmediterranea.com/?lang=es
• Sobre Los cisnes del Mediterraneo”: http://vidamaritima.com/
• Manifest de Primo : https://es.wikipedia.org/wiki/Dictadura_de_Primo_de_Rivera#El_golpe_de_Estado
• Sobre Joan March.:
http://www.fideus.com/biografiesF%20-%20march%20-%20ordinas.htm
• Sobre l’index històric dels Diputats: http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/SDocum/ArchCon/SDHistoDipu/SDIndHistDip?
• Sobre la Casa del Poble.
http://studylib.es/doc/6224365/casa-del-pueblo-de-palma-de-mallorca
http://www.diariodemallorca.es/palma/2017/01/08/casa-pueblo-palma/1179265.html
· Sobre El dia.
https://es.wikipedia.org/wiki/El_D%C3%ADa_(Mallorca)

· Biografía resumida de Jordi Martí: https://ca.wikipedia.org/wiki/Foch_y_Fum

· Documental de 45 minutos sobre el «mascle Ros»: https://www.youtube.com/watch?v=d9MLNkuChso