La ciudad moderna: de 1900 a 1936
Joan March entra en Palma

Joan March entra en Palma

Joan March entra en Palma

En 1910, Juan March, de  apodo  «Verga», tenía 30 años. Ya había consolidado su negocio de contrabando de tabaco en el Mediterráneo occidental y adquirido una gran experiencia en la parcelación de grandes fincas rústicas que compraba a bajo coste a los aristócratas “venidos a menos”. Las vendía en pequeñas parcelas a campesinos solventes que podían pagar los correspondientes plazos. La futura Banca March surgiría de la gran cantidad de créditos concedidos por March a pequeños propietarios que querían incrementar sus terrenos y a los agricultores deseosos de poseer, por primera vez, un pedazo de tierra para cultivar. La entidad crediticia reforzará la estructura de dependencias y clientelismo, lo que proporcionará a March los votos necesarios para ser elegido diputado en las Cortes en todas las elecciones celebradas en el período comprendido entre 1.923-1.934. Después, en el febrero de 1936, le sucedió su hijo Joan March Servera, que también ganó las elecciones.

En 1910, March compró una casa señorial de los Dezcallar en la calle de San Miguel nº 11 en Palma, hoy convertida en la sede del Museo Fundación Juan March. Antes de entrar a vivir en ella, se llevarán a cabo importantes obras de remodelación, bajo la dirección del arquitecto Guillem Reynés.

En aquel entonces la entidad Crédito Balear-Es Crèdit le concedió un préstamo muy elevado, en contra de la opinión de D. Manuel Salas Sureda, vocal relevante del Consejo de Administración, lo que causó su dimisión. Manuel Salas era el principal industrial de Palma, el tercer propietario agrícola de Mallorca y el primer financiador del partido maurista. Fue concejal por el Partido Conservador en Palma (1909-13) y diputado provincial (1919-22).
A principios del siglo XX, Manuel Salas se dio cuenta que March era cada vez más influyente en Crédito Balear, desde que se coaligó con el Presidente de la entidad, Francisco Blanes. Fue una alianza de la fuerza con la prudencia.

El enfrentamiento económico y político entre March y Salas se hizo inevitable y se prolongó hasta principios de 1936, cuando las derechas se unirán para vencer al Frente Popular. Durante este periodo, la disputa por la hegemonía económica y política se centró en los asuntos de la compañía marítima “La Isleña”, la fábrica de fosfatos en Portopi y en todas las elecciones políticas de ámbito local y estatal que enfrentaban liberales contra mauristas. Una pugna que acabará ganando Joan March y que está explicada en los libros de Pere Ferrer.

Además de estas luchas por el poder político de la ciudad, son importantes para conocer el personaje de Joan March, algunos otros hechos. El 5 de junio de 1916 en el Senado, el político conservador Manuel Allende Salazar había calificado a March de «gran enemigo del Estado», responsabilizándole del monopolio del contrabando de tabaco en el Mediterráneo occidental. Eso provoca unas las pérdidas a la Hacienda estatal  evaluadas entre 20-25 millones de pesetas anuales.

Por otra parte, el asesinato de su socio Rafael Garau fue un estigma en la carrera de March. Sus adversarios lo considerarán presunto inductor del crimen. Las causas habrían sido la relación amorosa de Garau con la  mujer de March y la rivalidad de ambos para hacerse con el dominio, en determinadas zonas del levante peninsular, del abastecimiento de tabaco de contrabando. La investigación se topó con múltiples obstáculos. El juez instructor, cuando iba a imputarlo, fue relegado por otro juez que no relacionó a March con los hechos. Hubo una clara injerencia política en las actuaciones de la justicia. En el magnífico libro de Sebastià Alzamora publicado recientemente, el autor se recrea en diversos episodios de la vida de Joan March y en su relación con Joan Mascaró.

Durante toda la primera guerra mundial se hizo evidente que el control marítimo era una pieza clave para el enriquecimiento del que lo tenía en sus manos. March vislumbró la nueva coyuntura y se avanzó a sus potenciales competidores. La economía de las islas incrementó en tiempos de guerra la exportación de productos agrícolas, los artículos manufacturados y el carbón. De un lado suponía un enriquecimiento para este sector empresarial, por otro lado provocará un déficit importante de abastecimientos para la población local. March, con su flota, pudo hacer negocios de envergadura tanto con los aliados como con los alemanes. Su ideología no incluía patriotismos de ningún signo ni predilecciones hacia ninguno de los bandos en guerra.

Joan March, para controlar este sector estratégico, se hizo discretamente con un paquete muy importante de las acciones de La Isleña Marítima que era la compañía creada por la burguesía ciudadana. Tenía su sede en la calle Palau Reial, actualmente donde tiene su domicilio la Consejería de Hacienda y Economía.

La Isleña era la «joya de la corona» de la burguesía palmesana, ya que tenía una flota de seis barcos recientes, construidos en Génova, una flota muy moderna y de gran belleza y calidad, lo que hacía que fuera conocida por el apodo de » los Cisnes del Mediterráneo«.
March, que ya tenía la mayoría de las acciones de la Trasmediterránea, naviera de ámbito estatal, creada por la fusión de otras navieras locales, vendió las acciones de La Isleña a la Transmediterránea. Con esta operación, la compañía mallorquina se integró en Transmediterránea, aunque la flota de La Isleña continuó operando con su nombre original.

A pesar de que la burguesía de ciudad intentó por todos los medios recuperarla, no fue suficientemente astuta ni contó con el capital necesario para recomprarlos. La consecuencia directa fue la pérdida del control del tráfico marítimo a favor de Joan March. La primera guerra mundial ofreció a Juan March grandes oportunidades comerciales, muchas de ellas calificadas de contrabando de guerra. Actuaciones comerciales que repitió durante la segunda guerra mundial.

El comercio de guerra, el contrabando de tabaco, las parcelaciones, las eléctricas, las operaciones financieras, etc. lo convirtieron en el hombre más poderoso de España y uno de los más ricos del mundo. La política era solamente un instrumento para incrementar sus bienes patrimoniales y dinerarios, para tener acceso a las grandes concesiones estatales, logrando la impunidad en sus grandes operaciones mercantiles  ilegales.

Desde que Joan March se instala en Ciutat a principios del siglo XX, se convirtió en una fuerza emergente que, junto con el apoyo de republicanos y socialistas, que habían irrumpido en la escena política, hicieron tambalear el sistema político y social de aquella época, dominada por los mauristas. Será una época de virulentos enfrentamientos entre liberales y mauristas, entre «verguistes y antiverguistes».

Nos dice Josep Pla en su libro «Retratos de pasaporte», pag. 528: «Lo cierto es que, con motivo de la formación del» Día «, fui a Palma con Estelrich y entonces conocí a don Juan March. Hay fui presentado al aire libre, en aquella tertulia peripatética que antes de comer realizaban algunos amigos en la plaza de Cort, en la acera del palacio del ayuntamiento de Palma. El señor March fumaba siempre su cigarro de La Habana y sus amigos eran generalmente personas de diversas profesiones, generalmente comerciantes, que pasaban por ese lugar. Se solía añadir el periodista Piña, que conoce muy bien las noticias de la localidad, y el pintor Gelabert que tenía una barbería en la misma plaza y que entre servicio y servicio salía a estirar las piernas«. Este recuerdo de Pla, que no tenemos por qué dudar de su veracidad, nos muestra un Joan March que hace vida «de calle», que participa de la vida cotidiana de Palma. Le gusta la tertulia, el debate y la política, pero sobre todo desea la codicia de riquezas y la proximidad al sexo femenino.

A partir de 1917, en vez de crear una nueva formación política, opta por entrar en el partido Liberal. Esto lo hace de la mano de Lluís Alemany, hombre de confianza del líder del partido liberal en Mallorca, Alexandre Rosselló. Este político fue cabeza de lista y elegido diputado en todas las elecciones legislativas celebradas entre 1901 hasta 1923. También ocupó varios ministerios en la década de los años vente. El proyecto que pretendía llevar a cabo March era convertir el viejo partido liberal en un partido moderno y autonomista, incorporando los regionalistas en sus filas.

En este cuadro vemos los principales resultados en Mallorca de las elecciones generales desde 1901 hasta 1923. Los dos bloques que dominaban el sistema político se reparten el turno de gobierno. En verde los liberales forman gobierno en seis ocasiones y los conservadores, color azul, en cinco ocasiones. Destaca la permanencia de los liderazgos. Para los conservadores José Cotoner, conde de Sallent, y Antoni Maura. Para los liberales Alexandre Rosselló, que iba acompañado en tres elecciones legislativas por los hijos del general Valeriano Weyler. A partir de 1920 irá de la mano de Luis Alemany,  hombre fuerte de Joan March, que había sido alcalde de Palma y Presidente de la Diputación.

En los dos próximos capítulos completaremos la narración de la revolución política que ocasionó en Palma y en toda Mallorca, Joan March.

Revisat per

Pere Ferrer Guasp

Nota importanteel autor del texto es el colectivo “Palma XXI”. La persona que hace la revisión no tiene por qué coincidir totalmente con las ideas que exprese el autor.

Revisa el texto Pere Ferrer Guasp. Historiador, biógrafo de Joan March y su época. Ha escrito varios libros sobre Joan March, así como ha realizado numerosas entrevistas periodísticas sobre el tema.

Fonts consultades:

Referencias bibliográficas

  • Alzamora Sebastià. Reis del món. Editorial Proa. 2020.
  • Cabrera Mercedes, Juan March (1880-1962) (2011).
  • Ferrer Pere, Joan March. L’home més misteriós del món (2009).
  • Ferrer Pere, Joan March. Els inicis d’un imperi financer (1900-1924. Palma de Mallorca: Cort. 2000).
  • Gabriel Pere. A L’ENTORN DE JOAN MARCH «EN VERGA». Memoria Civil, núm. 49, Baleares, 7 desembre 1986.
  • Ginard D. Coordinador. La casa del poble i el moviment obrer a Mallorca 1900-1936. Edit. Lleonard Muntaner 2016.
  • Marimon A, i Serra B. Eds. Diccionari de partits polítics de les Illes Balears (1900-2008). Edita Lleonard Muntaner 2012.
  • Antoni Marimon, pàg. 163 a La casa del poble i el moviment obrer a Mallorca 1900-1936. Edit. Lleonard Muntaner 2016.
  • Pla Josep. Retrats de passaport. Ed. Destino. Barcelona 1970.

 

Referencias en páginas web

  • Sobre Transmediterránea.

http://vidamaritima.com/2017/03/petroleos-porto-pi-el-buque-tanque-ophir-y-un-libro-extraordinario/

http://centenariotrasmediterranea.com/?lang=es

  • Sobre la Casa del Pueblo.

http://studylib.es/doc/6224365/casa-del-pueblo-de-palma-de-mallorca

http://www.diariodemallorca.es/palma/2017/01/08/casa-pueblo-palma/1179265.html