La ciudad durante el franquismo: de 1936 a 1975
El boom turístico gobernado por el franquismo de Palma

El boom turístico gobernado por el franquismo de Palma

El boom turístico gobernado por el franquismo de Palma

¿Quién mandaba en Palma en los 60…? Mandaba Franco. Una muestra de su poder fue el acto que se hizo en la plaza de Cort con motivo de su visita. En aquel discurso, emotivo y paternal, seguido por miles de personas eufóricas, que hizo en el balcón del Ayuntamiento en su segunda visita a Palma como Jefe de Estado el año 1960:

“Siento el no poder, como antaño, perderme en el encanto de vuestras calles, contemplar vuestros monumentos, visitar vuestras calas y playas doradas; pero, en fin, el ser Jefe del Estado es casi no ser persona, es ser el servidor de los demás, el centinela sin relevo, el esclavo del deber. En este sentido espero algún día tener la felicidad de venirme de incógnito por vuestras costas, de poder estrechar nuevamente vuestras manos, de hablar con los amigos y dejar aquí, de nuevo, un pedazo de mi corazón. ¡Arriba España!» (Los aplausos de la multitud duranron mucho tiempo). Franco nunca – que sepamos – cumplió su deseo de volver de incógnito a Palma, aunque sí lo hizo a través del cine con la película “Franco ese hombre” (1964).

¿Quién mandaba en Palma en los 60…? Mandaba Franco. Una muestra de su poder fue el acto que se hizo en la plaza de Cort con motivo de su visita. En aquel discurso, emotivo y paternal, seguido por miles de personas eufóricas, que hizo en el balcón del Ayuntamiento en su segunda visita a Palma como Jefe de Estado el año 1960:

“Siento el no poder, como antaño, perderme en el encanto de vuestras calles, contemplar vuestros monumentos, visitar vuestras calas y playas doradas; pero, en fin, el ser Jefe del Estado es casi no ser persona, es ser el servidor de los demás, el centinela sin relevo, el esclavo del deber. En este sentido espero algún día tener la felicidad de venirme de incógnito por vuestras costas, de poder estrechar nuevamente vuestras manos, de hablar con los amigos y dejar aquí, de nuevo, un pedazo de mi corazón. ¡Arriba España!» (Los aplausos de la multitud duranron mucho tiempo). Franco nunca – que sepamos – cumplió su deseo de volver de incógnito a Palma, aunque sí lo hizo a través del cine con la película “Franco ese hombre” (1964).

En cambio, sí sabemos que los gobernadores civiles y los mandos militares eran de su máxima confianza. El gobernador civil que vivió de cerca el boom turístico hasta 1968 fue Plácido Álvarez-Buylla y López-Villamil, casado con una prima de la mujer de Franco. Parece que era una persona volcada con el crecimiento económico de Mallorca y que alertaba a Franco de la necesidad de defender la industria y la agricultura mallorquinas, ante el crecimiento disparado del turismo. Después le seguiría Victor Hellín Sol hasta 1972, falangista y franquista leal, militar rebelde en Lleida, vivió hasta los 101 años y fue el que propició que Marivent fuera la residencia real, junto con Josep Alcover Llompart, presidente de la Diputación.

Todos los gobernadores eran nombrados Presidentes de Honor del Fomento de Turismo, el organismo que realmente dirigía el Big Bang turístico de la ciudad. La estructura política del régimen franquista en Palma estaba ligada a Madrid a través de Francisco Soriano Frade, delegado del Ministerio de Fomento y Turismo, desde los principios de los 50 hasta 1966. Persona de principios, franquista convencido, había estado en la División Azul y hacía de catalizador importante de todos los cambios necesarios para que el turismo creciera. A nivel de Estado, impulsó la creación del Instituto de Estudios Turísticos, hoy sustituido por la Subdirección General de Conocimiento y Estudios Turísticos. Su obra en Mallorca la contó en el curioso libro “Pequeña historia del Turismo en Baleares”.

Joan March también mandaba todavía mucho en Palma. A pesar de que su vida económica ya era internacional y viviera en Madrid, seguía teniendo unas fuertes raíces ciudadanas pivotadas en torno la Banca March que dirigía su hijo Juan March Servera, mientras el otro, Bartolomé, impulsaba iniciativas culturales. Cuando murió de accidente en 1962 con 81 años, una vez embalsamado en Madrid y transportado vía Valencia a Palma, fue expuesto en su palacio de la Calle Conquistador, donde acudieron miles de ciudadanos a darle el último adiós. Como nos relata Pere Ferrer, cien días antes de morir había ampliado el capital de la Fundación March en mil millones de pesetas.

Su relación con el Franquismo, después de la estrecha colaboración antes y durante la guerra civil y después de aquel intento en 1948 de explorar un relevo del Dictador, era más bien de desconfianza mutua. Los principales ministros de Franco acudieron a dar el pésame a sus hijos, que presidieron el funeral en Madrid. Mientras, su compañera de los últimos años, Matilde Roig, abandonaba la clínica y desaparecía discretamente de su vida.

El viejo March fue enterrado en la tumba familiar que había diseñado el arquitecto Gabriel Alomar. La leyenda empezaba y todavía no ha acabado. La relación de Joan March con Palma tiene aún muchos aspectos a investigar. Por ejemplo: ¿por qué no hay ninguna fotografía de la construcción de su Palacio en 1941-45, ni de su funeral en 1962?

También eran importantes los presidentes de la Cámara de Comercio. En aquellos años del Big Bang era Pedro Salas Garau, antiguo presidente de la Diputación e hijo de Manuel Salas, el empresario adversario de Joan March. Finalmente, los Salas y los March habían llegado a una tregua y llevaron negocios juntos en tiempos de la guerra civil y el franquismo, aunque Manuel Salas había muerto en el año 1942.

Los alcaldes de las grandes ciudades los denominaba el Ministerio de la Gobernación, en los años 60 en manos de Camilo Alonso Vega, conocido militar africanista e intensamente dedicado a la represión. Juan Massanet Moragues fue alcalde de Palma hasta 1963. Se le ve en muchas fotos en inauguraciones de obras como las de Jaume III, recibiendo a Franco en 1960, a Guillem Timoner, Maruja Nicolau, u otras personalidades que venían a Palma, como la princesa Soraya de Persia.

A partir del verano del 63 y hasta el 68, fue alcalde el general Máximo Alomar, reconocido por Gabriel Alomar, el urbanista, como el mejor de los alcaldes de la Dictadura, por su coraje a intervenir en el proyecto de S’Hort del Rei. En el 68, Máximo Alomar es sustituido por Gabriel Alzamora, empresario, descendiente de Enric Alzamora fundador del Fomento y él mismo presidente de la entidad entre 196 y 1962.

Como presidente del Fomento le sustituyó del 62 al 69 Antoni Parietti Coll, del que ya hemos hablado en algunas ocasiones. Persona comprometida con la cultura catalana (firmó el manifiesto de antes de la guerra), fue ingeniero jefe de obras de la Diputación, diseñó obras como la carretera de sa Calobra, la de Formentor y la urbanización de Santa Ponça, participando en todos los debates urbanísticos de Palma.

El Fomento de Turismo actuaba realmente como una autoridad delegada de Turismo, muy intervencionista, que en 1969 cobraba unas cuotas a sus socios para sufragar su presupuesto anual de 30.000.000 de pesetas, equivaliendo a 461 coches del precio del Seat 600. Las cuotas que pagaban sus socios eran muy importantes, como por ejemplo las 540 pesetas anuales por cada cama que tenían los hoteles de lujo.

Esta es una muestra del conjunto diverso de la nueva burguesía que gobernaba la ciudad en aquellos momentos. Un conglomerado militar y empresarial muy leal a Franco, con muchos privilegios que les dejaban la puerta abierta a hacer negocios. Se trataba de unos actores muy decididos a desarrollar a todo gas el turismo en las playas y en la ciudad. Los “botifarres” habían dejado de mandar hacía tiempo. Habían sido sustituidos por los militares, falangistas y funcionarios de alto rango, que tenían el poder político, muy centralizado y jerarquizado. Los industriales, hoteleros y constructores emergían y luchaban para tener más poder.

Un ejemplo del pensamiento de esta nueva/vieja burguesía emergente se puede encontrar en el libro de entrevistas a 15 empresarios realizado en 1974 por Llorenç Capellà.

A partir del Big Bang nace un empresariado que Joan Amer denomina de “oportunidad”, personas que provienen de varias circunstancias y de iniciativas diferentes que ven una oportunidad de financiar hoteles a partir de acuerdos con mayoristas turísticos.

La pequeña burguesía industrial era amplia pero tenía poco poder y se concentraba en la puesta en marcha del polígono industrial. Los hoteleros y constructores, nueva clase económica, serán al frente de una generación políticamente muy centrista (en los 80, cuando Gabriel Cañellas tome el poder autonómico).

El caciquismo tradicional, conservador con el Maurismo, liberal con Joan March, había dejado paso a un caciquismo por lealtad al franquismo, controlado por los falangistas y los curas más nacional-católicos. La Iglesia tenía poder pero era un poder cada vez más ornamental y decorativo. Con el boom turístico y la transformación social empezará su declive hasta hoy.

Los nuevos capitalistas que nacían con el turismo, sobretodo hoteleros y constructores, empezaron a entrar en el juego político de la mano del Fomento del Turismo, pero no tendrían una organización propia hasta la creación de la Federación Hotelera de Mallorca en 1976 y la CAEB en 1977. Los nuevos partidos conservadores que surgirán de la transición política, seguirán la tradición caciquista, especialmente liderada por Gabriel Cañellas, descendiente de los líderes mauristas de Palma.

Revisat per

Joan Amer Fernández

Joan Amer Fernández es doctor en sociología por la Universitat Autònoma de Barcelona el 2005 con la tesis «Turisme i política. L’empresariat hoteler de Mallorca». Es profesor del Departament de Pedagogia i Didàctiques Específiques y miembro del Grup d’Investigació i Formació Educativa i Social (GIFES, http://gifes.uib.cat) de la Universitat de les Illes Balears. Anteriormente trabajó la sociología política del turismo y sus líneas de investigación actuales son la pedagogía social, los programas de educación familiar basados en la evidencia y la prevención familiar de les adicciones.

Fonts consultades:

Referencias bibliográficas

Amer, Joan. Turisme i Política. L’Empresari Hoteler 1983-2003.

Amer Fernandez, Joan. Josep Melià i la burgesia mallorquina (2006). Lluc: revista de cultura i d’idees, ISSN 0211-092X, Nº. 849 (Gener-Febrer), 2006, págs. 50-52

Capellà Fornés, Llorenç. 15 EMPRESARIS MALLORQUINS. Esdit. Moll.

Soriano Frade, Fco. Pequeña història del Turismo en las Islas Baleares.

 

Referencias en páginas web

Mallorca anys 70.
https://www.youtube.com/watch?v=kpDCbAGaSzQ

Discurs de Franco al balcó de l’Ajuntament de Palma 1960.
https://linz.march.es/documento.asp?reg=r-41712

Comentaris al llibre de Capellà.
http://antitrabajo.com/2015/09/22/empresarios-mallorquines-en-la-epoca-de-franco-i/

Voluntarios División Azul.
https://www.facebook.com/376870055979650/photos/pcb.716745281992124/716744811992171/?type=3&theater

Última Hora sobre Soriano Frade.
https://www.ultimahora.es/noticias/local/2000/01/23/930315/en-la-muerte-de-soriano-frade-recordamos-una-etapa-de-nuestra-historia.html

Sobre Camilo Alonso Vega.
https://es.wikipedia.org/wiki/Camilo_Alonso_Vega

“Franco ese hombre”.
https://www.documaniatv.com/biografias/franco-ese-hombre-video_a8e2f80fe.html

 

Imagen de cabecera

Franco y Carmen Polo ante el Ayuntamiento de Palma el 10 de mayo de 1960. Fuente: Arxiu de Casa Vila, publicada en «Palma, 1936-1983», de Arnau Company y Xavier del Hoyo.