La ciudad moderna: de 1900 a 1936
Campins moderniza la iglesia y la Semana Trágica la hace retroceder

Campins moderniza la iglesia y la Semana Trágica la hace retroceder

Campins moderniza la iglesia y la Semana Trágica la hace retroceder

A principios del Siglo XX, la iglesia de Mallorca estaba muy arraigada en la vida cotidiana, religiosa y política del pueblo. Aliada tácitamente con el maurismo, participaba de las tensiones sociales asociadas al caciquismo. Aun así no vivía al margen de las necesidades de modernización industrial y social de la época en que le había tocado vivir. Para hacer esta adaptación entró en escena en 1898 el Obispo Pere J. Campins, en un momento en el que el debate entre integristas y conciliadores estaba muy presente.

Durante todo su obispado que tuvo una duración de 17 años ya que murió en 1915, con sólo 56 años, el obispo Campins realizará una gran labor en lo que afectaba a la proyección social de la iglesia, pero también en la modernización de los edificios eclesiásticos y en la creación de infraestructuras culturales. La más impactante de estas intervenciones arquitectónicas fue la de la Catedral de Mallorca.

En 1903 comienza la intervención de Gaudi en la Catedral , con una extraordinaria y polémica que durará poco más de una década. Visto con los ojos de ahora, el resultado final añade a la Seu un aire contemporáneo que, junto con la reciente intervención de Miquel Barceló, se traduce, entre otras cosas, en la manifestación de un espíritu religioso que no quiere dar la espalda a la modernidad.

Durante la década de 1900 a 1910 Barcelona vivió en una dinámica permanente de disturbios y huelgas obreras. 1909 Maura, como presidente de gobierno, movilizó a los reservistas contra los insurgentes de Marruecos, como consecuencia de los ataques a intereses empresariales españoles en la zona colonizada.

A raíz de esta movilización que afectaba las familias socialmente más vulnerables, se produjo la llamada Semana Trágica en Cataluña que, según el profesor Smith, de la Universidad de Leeds, fue «la revuelta más violenta que tuvo lugar en Europa occidental entre finales del siglo XIX y el principio de la Primera Guerra Mundial. Estalló el 25 de julio de 1909 y provocó la muerte de 109 civiles y 2.000 detenidos. Unos meses más tarde el pedagogo Ferrer i Guardia fue acusado de ser el instigador y cerebro de la revuelta y fusilado. El mallorquín Gabriel Alomar se opuso publicando su ensayo titulado «La pena de muerte», una obra que lo consolidó como referencia intelectual de la izquierda isleña.

La Semana Trágica supondrá un antes y un después de la posición de la Iglesia respecto a los cambios sociales y económicos que la podían asociar a la modernización. La desconfianza crecerá y las posiciones integristas se hicieron más fuertes. Por otra parte la crisis de los conservadores, debido a la dimisión de Maura por las presiones internas e internacionales, se convertirá a una crisis profunda del periodo de la restauración y de la Monarquía.

Las ganas de cambiar la situación decadente en la que se había convertido la dinámica política pactada entre los dos grandes partidos y el Rey, llegó hasta la pasión del intelectual mes relevante de aquella época, Ortega y Gasset, que pasó a la acción fundando una entidad política, llamada Liga de Educación política Española.

En una famosa conferencia que dio en Madrid en mayo de 1914, titulada – (verán los lectores como la historia a veces se repite) – Vieja y nueva política, con motivo de presentar su asociación política, decía sobre Maura:

«El señor Maura (y dejemos las páginas oscuras de 1909) es el que ha afirmado siempre que España es una cuestión de orden público, que el gran problema de España es el Ministerio de la Gobernación, precisamente en el que tiene de ministerio de represión. Además, el señor Maura, Cuando el señor Cambó en las Cortes últimas pedía que se rompiera para siempre el turno de los Partidos, fue el defensor del turismo de los Partidos, síntoma típico de la Restauración”.

La dimisión de Maura provocó el principio de una ruptura en el seno la vieja clase política, tanto a nivel del estado español como en Mallorca. La figura de Maura tuvo en Miguel de los San Oliver un gran defensor. Así veía Oliver la bronca nacional contra Maura el 20 de junio de 1913, «Contra Maura, no: contra la Monarquía:» Dígase de una vez, claramente y sin eufemismos (…) el veto no es contra Maura y los conservadores, sino contra la Monarquía«.

Que pasaba en Palma? … cómo influía la Semana Trágica ?. El dirigente más importante de los socialismo del primer tercio del siglo XX, Llorenç Bisbal, escribía un artículo en El Obrero Balear con el título de «Guerra al Gobierno, guerra a la Guerra». Título muy elocuente que expresaba la indignación de las clases populares mallorquinas en contra del sistema de reclutamiento impuesto por el gobierno, donde siempre salían mal parados los pobres, mientras que los ricos podían pagar una cantidad -1500 pesetas- por liberarse del reclutamiento. Las reacciones eran de todo tipo, como expresa esta glosa que recoge Peñarrubia en su libro sobre el centralismo:

A la madre de Tomeu,
la han llevado a prisión,
debido a que su hijo mayor,
no quiere ir a servir al Rey.

Como nos cuentan Pere Gabriel y Antoni Marimon, en octubre de 1909 para protestar en contra de los hechos y contra Maura, se celebró un mitin en la vieja plaza de toros de Palma, protagonizado por republicanos y socialistas con la asistencia de unas 6.000 personas. Cuando parecía que el maurismo estaba herido de muerte, las elecciones del mes de diciembre de 1909 volvieron a dar una victoria a los mauristas. La campaña contra Maura motivó la participación de las fuerzas conservadoras que consiguieron ganar en Palma , aunque por no muchos votos: 10 concejales mauristas por 8 de las izquierdas. En cambio en la “part forána” el maurismo arrasó.

Respecto a la Iglesia de Mallorca, los hechos de la Semana Trágica afectaron mucho al grupo que lideraba el Obispo Campins, especialmente a Costa y Llobera que desde aquel momento se dedicó a temas de interés más personal y dejó de participar en muchas actividades públicas.

Dominó el discurso que venía de Barcelona, especialmente del obispo de Vic ,Torres i Bages, consistente en asociar los ataques a la Iglesia como un componente anticristiano del liberalismo. Esto dejaba muy clara la posición de la Iglesia que, en definitiva significaba un cierto retorno al integrismo y la máxima precaución de todo lo que significaba la modernización.

La muerte en 1915 del obispo Campins favorecería este retroceso. Visto en perspectiva, es bastante probable que la Semana Trágica fuera la expresión de una separación radical entre las dos Españas que Ortega veía en aquella situación crítica y decadente: la España Oficial y la España Vital.

La muestra de que la radicalización estaba en marcha, es que por primera vez un socialista, Pablo Iglesias, entraría en 1910 como Diputado de las Cortes españolas y desde la tribuna de orador amenazaba con graves incidentes si Maura volvía al Gobierno. Otra muestra fue el aumento muy importante de afiliados al sindicato de la UGT y el nacimiento de la CNT, sindicato anarquista que será cada vez más protagonista de la historia de España.

La división entre las dos Españas irreconciliables, generó la crisis más profunda de la Restauración, que no se solucionó con más democracia sino todo lo contrario, con la dictadura de Primo de Rivera en 1923. Más tarde, esta falsa salida a la crisis monárquica supuso el hundimiento total de la Monarquía que provocó el surgimiento de la II República, en 1931. La Segunda República tampoco fue la solución para España ya que sólo cinco años después estalló la Guerra Civil y se consolidó la Dictadura de Franco que duraría 40 años.

Toda esta cadena de acontecimientos se daban en un contexto internacional también muy tensionado, entre los revolucionarios de izquierda y los fascistas. En 1917 Rusia hizo la Revolución de Octubre. En 1922 Mussolini marchó hacia Roma con las brigadas del partido nacional fascista y se hizo con el poder. En 1929 el mundo económico mundial hacía crack y en 1933 Hitler tomó el poder en Alemania.

Revisat per

Pere Fullana Puigserver

Nota importanteel autor del texto es el colectivo “Palma XXI”. La persona que hace la revisión no tiene por qué coincidir totalmente con las ideas que exprese el autor.

 

Doctor en Geografía e Historia, por la Universidad de las Islas Baleares (1991), licenciado en Historia de la Iglesia, por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y diplomado en Archivística, en el Archivo Secreto del Vaticano. Ha sido director de la Gran Enciclopedia de Mallorca (1992-2002), ha hecho incursiones temporales en mundo de la gestión pública como director general de Relaciones Institucionales y de Presidencia del Gobierno (1999-2003) y del Consell de Mallorca (2007- 2011). Su investigación se ha centrado en la historia social, cultural y religiosa de los siglos XIX y XX, temática sobre la que ha publicado varias obras. Es profesor de Historia de la Educación Social en la UIB, director del Archivo Capitular de Mallorca, y director de la Revista Lluc.

Fonts consultades:

Referencias bibliográficas

  • Alomar Gabriel. La pena de muerte. Editorial Vértice. Barcelona
  • Bengoechea Soledad. Coord. Barcelona y la Semana Trágica, 1909 .Arrels y consecuencias. MUHBA. Ayuntamiento de Barcelona. 2012.
  • Bisbal Lorenzo. Guerra a la Guerra. Artículo en el Obrero Balear de 1909, citado en el libro de Pedro Gabriel.
  • Fullana Pedro. Antoni Maura y el maurismo en Mallorca. (1853-1925) Palma: Lleonard Muntaner, Editor.
  • Gabriel Pedro. El movimiento obrero en Mallorca. Barcelona: Curial-Lavinia 1973. • Oliver M.S. El Caso Maura. Palma: Lleonard Muntaner Editor, 1998.
  • Massot y Muñana José. Iglesia y Sociedad en la Mallorca del siglo XX. Barcelona: Curial, 1976.
  • Peñarrubia Isabel. Mallorca ante el centralismo. Barcelona: Editorial Curial. 1980.
  • Gambús Merced, Coord. Campins y Gaudí: la reforma de la Catedral de Mallorca y su implementación en el monumento (1903-1947) .Capítulo Catedral de Mallorca, 2015. ISBN 978-84-608-3849-4.

 

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