Desde mediados del siglo XX, Palma ha registrado profundos cambios en su fisonomía urbana, económica y social. En este contexto, el centro histórico -un conjunto monumental único en Mediterráneo- sufre durante las últimas décadas la gran invasión de los vehículos particulares y la masificación turística, acompañada de una especulación urbanística nunca registrada con tanta intensidad. La trama urbana y social de los barrios del centro histórico se ha visto perturbada y transformada por las nuevas formas del turismo: crecimiento colosal de hoteles urbanos, irrupción del alquiler vacacional, aparición diaria de la escuadra de grandes cruceros en el Puerto de Palma o la sustitución del comercio tradicional de proximidad por uno más enfocado a los turistas (franquicias de multinacionales, heladerías, souvenirs, etc.).

Este proceso, si no se pone el freno, nos conduce a la larga a una degradación progresiva ya la pérdida de valor general, que también afectará a quienes ahora sacan rendimiento, que luego partirán en busca de nuevos espacios y nos encontraremos en una situación que los urbanistas llaman tierra quemada.

Frente esta situación, un grupo de colectivos, entidades y ciudadanos tenemos la determinación de hacer ver a las autoridades la necesidad de tomar medidas para revertir esta deriva del modelo de ciudad. Pensamos que la zona cero para esta transformación puede ser un espacio emblemático para la ciudad pero que, debido a estas dinámicas, sentimos que hemos perdido: la plaza Mayor de Palma, tanto la Plaza en superficie, como el subsuelo de esta.

Estamos convencidos de que la actual situación es la oportunidad de repensar cómo queremos que sea la plaza Mayor, y Ciudad por extensión. Después de 45 años desde su creación vale la pena dedicar un esfuerzo importante y planificar bien todas las acciones, ya sea con un calendario por fases o con un concurso de ideas, y sobre todo con la participación ciudadana, con el fin de evitar contradicciones o dar pasos en sentido equivocado que puedan condicionar la ciudad del siglo XXI.